𝟏𝟖

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𝟏𝟖 - 𝐌𝐎𝐑𝐄 𝐍𝐄𝐑𝐕𝐎𝐔𝐒𝐍𝐄𝐒𝐒

𝐄𝐑𝐀 𝐉𝐔𝐄𝐕𝐄𝐒 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐍̃𝐀𝐍𝐀, 𝐘 𝐓𝐎𝐃𝐎𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐀𝐁𝐀𝐍 𝐇𝐀𝐁𝐋𝐀𝐍𝐃𝐎

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𝐄𝐑𝐀 𝐉𝐔𝐄𝐕𝐄𝐒 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐍̃𝐀𝐍𝐀, 𝐘 𝐓𝐎𝐃𝐎𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐀𝐁𝐀𝐍 𝐇𝐀𝐁𝐋𝐀𝐍𝐃𝐎. Era hora de receso, así que cada uno se encontraba con su correspondiente grupo de amigos.

— ¿Qué tanto hablaban ayer en tu habitación, Katsuki?. — Preguntó Ren, observando al rubio mientras este sostenía a Kenji, quien jugueteaba con el cabello de Bakugo.

— ¡N-nada, solo un par de cosas! ¡Más bien, qué te importa!. —Respondió Bakugo, alzando la voz. Sin embargo, sintió cómo tres miradas afiladas se clavaban en él.— Quiero decir... Solo hablamos de algunas cosas, como que el pelo de mierda orinó sus pantalones. — Bakugo bajó la voz y sonrió al ver la reacción de Kirishima ante su comentario "falso".

— ¿Orinaste tus pantalones, Eijiro?. —Preguntó Ren, reprimiendo una sonrisa.

— ¡Claro que no! ¡Eso no sería muy varonil de mi parte!. — Respondió el pelirrojo, visiblemente nervioso, ya que todas las miradas se concentraron en él.

— El que se orina es Denki, ese no puede soltar una risa sin que ya esté orinándose. — Dijo Ashido en un susurro, aunque no tanto, ya que todos la escucharon y estallaron en risas.

— ¡Mina, no digas esas cosas!. — Exclamó Kaminari, avergonzado, sonrojándose hasta las orejas.

— Mina era igual, de verdad lo confirmo. Es un recuerdo que quiero borrar de mi mente. — Concluyó Sero, y todos miraron con espanto a la pelirosa.

— ¿Qué? ¡Sero, no digas esas cosas!. — Respondió Mina, incómoda.

— Bien... —Ren, extrañado, se levantó de su asiento.— Con Katsuki vamos a ir por algo de comer. Sigan hablando de... ¿orina? — Ren tomó inmediatamente del brazo a Bakugo y lo llevó fuera de la sala.

— ¿Qué demonios vamos a comer? Si siempre llevas toda la nevera en tu mochila. — Respondió Bakugo, mientras pasaba a Kenji a los brazos de Ren, quien lo recibió felizmente.

— Solo no quería seguir hablando de orina, y mucho menos de las situaciones que tuvieron con ella. — Dijo Ren mientras se disponía a caminar por los pasillos.

Ambos estaban en silencio, pero no era un silencio incómodo; más bien, era una tranquilidad reconfortante al estar juntos, con el niño de por medio.

— ¿Quieres algo picante? — Preguntó Ren a Bakugo, mientras sacaba con cuidado su billetera del bolsillo.

— Deja eso, yo pago. — Katsuki rodó los ojos, fingiendo irritación, pero se sentía orgulloso de "invitarle" algo a Ren, quien le sonrió tiernamente.

— Gracias, Katsuki. — Respondió Ren, algo tímido, agradeciendo que el rubio le diera la espalda y no pudiera ver su diminuto sonrojo. Recordó la conversación de las chicas, sintiendo un poco de vergüenza internamente.

Él no era el tipo de persona reservada; más bien, era expresivo, pero no hasta el punto de ser extrovertido. Era selectivo con las personas con las que podía ser él mismo, sabiendo que no lo juzgarían por cómo es.

Y, aparentemente, Katsuki era una de esas personas. Ren se sentía tan cómodo a su lado que podía mostrarse tal como es, sin entender muy bien por qué.

— Ten, come algo. Aunque traigas todo tipo de alimentos en tu comida, nunca te veo comer nada, idiota. — Dijo Bakugo, entregándole un pequeño paquete de dulces a Ren, quien, gustoso, aceptó agradeciendo.

Ambos comenzaron a caminar mientras hablaban de Kenji, quien disfrutaba de las golosinas. Sin embargo, Ren se preocupaba de que, quizás, esa noche no fuera a dormir en absoluto.

— No comas muchos dulces, Kenji; después no vas a querer dormir, pequeño. — Advirtió Ren, limpiando la boca del niño, que estaba completamente manchada de chocolate.

Bakugo se rió burlonamente al ver al pequeño todo manchado, soltando carcajadas sin poder evitarlo, mientras sacaba su teléfono para burlarse del menor.

— Deja de reírte; en la noche te toca cuidarlo. —Le dijo Ren, y este se calló de inmediato al recordar ese detalle.— Y tú también estás todo manchado, tonto.

Katsuki, que iba a reclamar, se vio interrumpido al observar cómo el pelirrojo dejaba cuidadosamente a Kenji de lado y se acercaba para limpiarlo.

— Acércate, eres más alto que yo. — Dijo Ren mientras sacaba un pequeño pañuelo de su bolsillo. Automáticamente, Bakugo se inclinó un poco para quedar a la altura del pelirrojo.

Concentrado, comenzó a limpiar las manchas en la cara del rubio, que no soltó ningún reclamo aparente.

— Katsuki, parece que le das comida a toda la cara. — Suspiró Ren, saliendo del trance en el que estaba mientras lo limpiaba todo.

Se percató de que ambos estaban relativamente cerca, y podía sentir la respiración del rubio rozando sus labios, mientras este se inclinaba para permitirle limpiarlo.

Ren sintió cómo los nervios lo consumían, y su ritmo cardíaco comenzó a acelerarse al encontrarse con los ojos rubíes que estaban fijos en los suyos. La cercanía lo hacía sentir una mezcla de emoción y ansiedad, un calor que subía por sus mejillas.

Por su parte, Bakugo estaba a punto de explotar por los nervios, sintiendo cómo sus manos comenzaban a sudar al pensar si debía acercarse y reducir esa distancia, o simplemente quedarse parado esperando a que Ren se alejara.

— ¡Ren, necesitamos tu ayuda por acá!. — Se escuchó un fuerte grito al final del pasillo.

— ¡Ah!. —El pelirrojo reaccionó de inmediato, sonrojándose al instante al notar que Katsuki ni se inmutó ante el grito que habían escuchado. Esto solo intensificó su nerviosismo, haciendo que su corazón latiera con más fuerza.

— ¡Y-y-yo me llevo a Kenji! Puedes decir que vuelvo en un momento. — Ren intentaba fingir su torpeza, pero sus palabras entrecortadas por la confusión y la ansiedad que lo invadían lo delataban.

— ¡Nos vemos en la noche!. — Dijo el chico, alejándose del rubio, que no apartó su mirada de él hasta que desapareció.

Fue en ese momento cuando Bakugo pudo liberar toda la respiración que había estado conteniendo en sus pulmones. Su rostro, aún sonrojado, no pasaba desapercibido, especialmente por su piel blanca.

Mientras observaba cómo Ren se alejaba, Katsuki sintió un torbellino de emociones en su interior. Nervioso y frustrado, pensó en lo mucho que deseaba explotar a Ren, solo para no volver a sentirse así jamás, atrapado entre la confusión que lo invadía.



 Nervioso y frustrado, pensó en lo mucho que deseaba explotar a Ren, solo para no volver a sentirse así jamás, atrapado entre la confusión que lo invadía

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¡¿𝗨𝗡 𝗕𝗘𝗕𝗘́?! || 𝗞𝗔𝗧𝗦𝗨𝗞𝗜 𝗕𝗔𝗞𝗨𝗚𝗢 𝘅 𝗠𝗔𝗟𝗘𝗢𝗖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora