Un secreto

191 12 5
                                    


Me despierto despacio, con mis ojos pesados y mi cabeza punzándome por el alcohol de la noche anterior. Mi cama se sentía diferente, las sábanas más suaves y el peso de las mantas sobre mi cuerpo no era el habitual. Me percato de mi primera noche durmiendo en esta cama, extraña, distinta. Me remuevo en mi lugar para ver a Victoria a mi lado, con su rostro relajado sobre la almohada durmiendo profundamente. Y es entonces que mi mente la siente más familiar y acogedora a ella que todo mi departamento.

Me deslizo con cuidado entre las sábanas, acercándome un poco a su cuerpo, queriendo sentir su calor. Me pego de a poco, como puedo con la intención de no despertarla.

Acción que fracaso, porque la siento moverse y abrir de a poco sus ojos. No digo nada, simplemente la abrazo mientras escondo mi rostro en su cuello, aspirando su aroma. Ella me recibe, envolviendo sus brazos en mi cuerpo, haciendo que suspire del placer. Qué bien se sentía esto... El calor de nuestras pieles en contacto, su olor inundando mi nariz, sus manos envolviéndome, protegiendo mi cuerpo. Un gemido ronco escapa de su boca cuando beso delicadamente su cuello, y me pego aún más a su cuerpo si eso era posible. Su pierna pasa por encima de las mías quedando completamente entrelazadas.

-Buen día mami- Me dice en el tono más ronco que he escuchado, y mi cerebro procesa ese recuerdo para decidir que la tengo que hacer hablar más cuando recién se despierta.

-Buen día linda- Hablo en su cuello, y su risa provoca que mi cuerpo se mueva sobre su pecho. -Qué es gracioso?- Le pregunto inocente

-Alguien esta super mimosa hoy? No vas a escaparte o si?- Me separa un poco para mirarme a los ojos, y me derrito al verla sin maquillaje, con el cabello desordenado y sus párpados hinchados del sueño, es hermosa en cualquier circunstancia.

-No, hoy no- Le digo bromeando, y me inclino a dejar un beso corto en sus labios-

-Hoy no? Habrá otra vez?- Sonríe atrapándome en mi propia broma

-Si tu quieres- Hago un gesto encogiendo mis hombros restándole importancia

-Claro que quiero, las que tú me pidas- Me dice mientras me acaricia la espalda con sus manos y baja hacia mis nalgas jugando con ellas.

-Que atrevida- Le digo refiriéndome a sus manos juguetonas

-Anoche no decías eso- Se ríe mientras presiona con más fuerza mi trasero. -Parece que de día juegas a la inocente y de noche me pides que me ponga encima-

-Victoria!- La miro con asombro al escuchar su atrevimiento

-Cómo es que dice Fiona en Shrek?... at night one way, by day another! (de día soy una, pero de noche otra)- Hace una voz aguda, imitando al personaje, mientras me mira divertida.

Yo suelto una carcajada, jamás se me hubiese ocurrido esa comparación. Se une a mi risa, picoteando mi rostro con pequeños besos, provocando que no pueda contenerme.

Luego de tontear un rato, apoyo mi cabeza en la almohada, mirándola. Con mi respiración un poco agitada por nuestro juego, mi corazón se encoge un poco, al pensar que esto lo estoy disfrutando demasiado. Sería tan fácil, dejarme llevar. Pero mi mente ahora más sabia y perturbada por una experiencia similar con una celebridad, me protege y me pone a la defensiva.

-Te voy a contar un secreto- Me dice rompiendo el silencio de ambas, justo cuando yo estaba pensando que se estaba volviendo muy personal, ahora me quiere contar secretos.

-Dime- Le digo atenta

Aún permanecíamos acostadas en ropa interior, sobre las suaves sábanas blancas, con la luz entrando a través de las cortinas blancas, dejando a relucir cada detalle, lo bello e imperfecto de nuestra piel sin maquillaje.

Me & She - Young MikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora