La mañana siguiente, Berk despertó con la usual actividad frenética del pueblo. El rugido de los dragones y las risas de los niños llenaban el aire, pero Hipo, como jefe, estaba inquieto. Algo no se sentía bien. Chimuelo, su leal compañero, no había regresado a casa la noche anterior, lo cual era extremadamente inusual. La preocupación le había robado el sueño y, tan pronto como los primeros rayos del sol iluminaron su ventana, Hipo ya estaba en marcha, decidido a encontrarlo.
Caminó rápido por el pueblo, buscando en todos los lugares donde Chimuelo solía ir. La colina donde practicaban sus acrobacias aéreas, el claro en el bosque donde solían descansar, incluso los riscos cerca del mar donde el dragón se relajaba después de un largo vuelo. Sin embargo, no había rastro de él. La frustración y el miedo comenzaban a acumularse en su pecho. Chimuelo no solía desaparecer así, y la idea de que algo le hubiera sucedido era intolerable.
Justo cuando comenzaba a considerar la posibilidad de reunir a un equipo de búsqueda, Hipo se adentró en un claro más allá del bosque, uno que habían descubierto juntos hacía años. Pero en lugar de encontrar a su dragón, vio algo que lo dejó perplejo: un hombre joven, de cabello negro y ojos penetrantes, estaba parado en el mismo lugar donde Hipo y Chimuelo solían practicar sus vuelos. La postura del extraño era firme, casi como si estuviera esperando a alguien.
El corazón de Hipo latió más rápido. Era raro ver a un desconocido en Berk sin que hubiera sido anunciado por los centinelas del pueblo. ¿Cómo había llegado este hombre hasta aquí sin ser visto?
-¿Quién eres? -preguntó Hipo, con un tono firme pero curioso, mientras acercaba su mano a la empuñadura de su espada, listo para cualquier eventualidad. No era alguien que se asustara fácilmente, pero la situación era extraña y debía estar preparado.
El hombre no respondió de inmediato. Sus ojos, de un color verde profundo, brillaban con un reconocimiento que Hipo no podía comprender, como si estuviera viendo a alguien que conocía muy bien. Sin embargo, Hipo estaba seguro de que nunca había visto a esta persona en su vida.
*Para que se den una idea de chimuelo en versión humana*
-No te haré daño -dijo finalmente el extraño, con una voz que tenía una suavidad sorprendente para alguien de su apariencia-. Estoy aquí... buscando a alguien.
Hipo levantó una ceja, desconfiado, pero también curioso. Algo en este hombre le resultaba extrañamente familiar, pero no podía identificar qué era. ¿Era un espía? ¿Un enemigo? No tenía sentido.
-Este es un lugar seguro, pero no recibimos muchas visitas inesperadas -dijo Hipo, tratando de sonar diplomático, aunque no podía ocultar la dureza en su voz-. ¿A quién estás buscando?
El hombre esbozó una ligera sonrisa, como si la pregunta le pareciera irónica.
-A ti, Hipo -respondió-. Aunque no de la manera que podrías pensar.
La confusión de Hipo creció, pero antes de que pudiera hacer más preguntas, el extraño dio un paso hacia él, y por un breve momento, Hipo captó un aroma que le resultaba terriblemente familiar. Era el olor del mar, de la noche, y de algo más... algo que había sentido muchas veces antes, pero no en un humano. Era el olor de Chimuelo.
Un escalofrío recorrió la columna de Hipo. Esto no tenía sentido, y sin embargo, algo en su interior comenzó a dudar de su incredulidad. Dio un paso atrás, su mano apretando con más fuerza la empuñadura de su espada.
-¿Quién eres tú? -repitió Hipo, esta vez con más urgencia, su voz temblando ligeramente por la confusión y la creciente inquietud.
El hombre suspiró, mirando a Hipo con una mezcla de tristeza y determinación. Luego, como si se estuviera preparando para decir algo que cambiaría todo, susurró:
-Soy Chimuelo.
Hipo sintió como si el mundo se detuviera. La afirmación era ridícula, imposible, y aun así... esos ojos, ese olor... ¿podría ser cierto? ¿Podría su mejor amigo, su fiel compañero, estar parado frente a él en forma humana?.
CONTINUARÁ...😌
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"El Dragón y su Destino" (omegaverse)
FantasyChimuelo, el último de su especie, enfrenta una profunda tristeza al llegar su temporada de apareamiento. Sin esperanza de un linaje, se encuentra con un misterioso brujo que le ofrece una solución mágica: una poción que lo transforma en aquello que...