💢CELOS DE UN ALFA🔥

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La marca que ahora adornaba el cuello de Hipo no solo sellaba el vínculo entre él y Chimuelo, sino que también intensificaba las emociones que compartían. Cada vez que Hipo sentía la mordida en su cuello, una calidez profunda lo recorría, recordándole que ahora pertenecía a Chimuelo de una manera que iba más allá de lo físico. Para Chimuelo, la sensación de tener a Hipo como su omega resonaba en su ser con fuerza. Sin embargo, no todo eran emociones dulces y tranquilas. Un nuevo instinto estaba despertando en el alfa: los celos.

Habían pasado varios días desde aquella noche en la cueva, y la relación entre ambos parecía más fuerte que nunca. Sin embargo, las dinámicas del día a día en Berk no se detenían. Hipo aún tenía responsabilidades con la aldea, y Chimuelo, aunque había aprendido a manejar su forma humana, seguía descubriendo aspectos de su nueva naturaleza que no comprendía del todo. Entre ellos, esa punzada en el pecho cada vez que veía a alguien más cerca de Hipo.

Una tarde, mientras caminaban juntos por el mercado, Chimuelo comenzó a notar que Hipo atraía más atención de la habitual. Tal vez eran sus feromonas, tal vez la confianza que había ganado desde que estaban unidos, pero fuera lo que fuera, la gente parecía notar algo diferente en él. Especialmente los hombres jóvenes de Berk, quienes empezaron a acercarse con más frecuencia.

🤍-Hipo, ¿cómo has estado? -preguntó un joven fornido del mercado mientras pasaba junto a ellos, lanzando una sonrisa que parecía más prolongada de lo necesario.

🤎-Bien, Eret, ¿y tú? -respondió Hipo, con su característica amabilidad.

Chimuelo apretó los puños inconscientemente. Sentía una molestia creciente en su pecho mientras veía cómo otros hombres intentaban ganarse la atención de su omega. El instinto protector y territorial de su alfa se manifestaba con fuerza, y aunque sabía que Hipo no les prestaba atención de esa manera, la idea de que alguien más quisiera estar cerca de él lo irritaba profundamente.

A lo largo de la tarde, más personas se acercaron a saludar a Hipo. Los aldeanos eran amables, pero Chimuelo notaba cómo algunos de ellos, especialmente los hombres, mantenían las conversaciones demasiado largas o lanzaban miradas demasiado insistentes.

Finalmente, cuando un joven pescador se acercó para hablar con Hipo y colocó una mano amistosa en su hombro, Chimuelo no pudo contenerse más.

🖤-¿Se te ofrece algo más? -interrumpió Chimuelo, con una mirada afilada y su voz más baja de lo habitual.

El pescador, sorprendido por la repentina intervención de Chimuelo, retiró la mano rápidamente y retrocedió.

-Oh, solo estaba charlando un poco con Hipo... pero me tengo que ir -respondió el pescador, claramente incómodo, antes de alejarse apresuradamente.

Hipo lo observó con una mezcla de sorpresa y preocupación. Era raro ver a Chimuelo comportarse de esa manera, y aunque apreciaba su protección, algo no encajaba del todo.

🤎-¿Qué ha sido eso? -preguntó Hipo, frunciendo el ceño mientras se giraba hacia Chimuelo-. Estabas actuando... raro.

Chimuelo, aún sintiendo el calor de los celos burbujear en su interior, cruzó los brazos y miró hacia otro lado.

🖤-No me gusta cómo te miran esos tipos -respondió, su tono más frío de lo habitual.

Hipo levantó una ceja, dándose cuenta de lo que estaba ocurriendo. Chimuelo estaba celoso.

🤎-¿Celoso? -preguntó Hipo, conteniendo una pequeña sonrisa-. ¿En serio, Chimuelo? ¿De qué? Ellos solo son amigos de la aldea.

Chimuelo finalmente giró la mirada hacia él, su ceño fruncido suavizándose solo un poco.

"El Dragón y su Destino" (omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora