。 Héctor:
Desperté con el sueño intacto. Las últimas noches mis horas de sueño habían reducido severamente de ocho a máximo seis o cinco por noche, trás los constantes encuentros con Aurora. Aunque no me importaba en absoluto. Estar con ella era la mayor recompensa.
Anoche me sorprendió un poco, pero también me gustó el hecho de que dejara relucir su lado sensible por un momento, luego de que yo la abrazara de lado. Desde siempre se había mostrado bastante seria y hasta parecía no tener algún tipo de sentimiento más allá de la educación y la elegancia, pero luego de decirle lo bien que me sentía a su lado, su cuerpo se suavizó de una manera que nunca antes lo había hecho.
Claramente no mentí cuando le dije que me encantaba estar a su lado. Estaba pasando días muy majos con Junior aquí en Ibiza, pero sin duda alguna, ella era lo mejor de mi día.
Sentía que la conocía de toda la vida. Con ella me volví un tanto vulnerable, que hasta dejé a un lado mi chulería y mi ego.
Me hizo conocer una faceta muy madura de mi mismo, que ni siquiera yo sabía que tenía.
Me levanté de la cama y me dirigí al baño para asearme y prepararme para el día.
Como era costumbre, me puse unos pantalones cortos negros con una camiseta blanca. Mis respectivas joyas y el reloj no podían faltar en mi atuendo.
Tomé mi billetera y mi móvil, me eché perfume y me dí un último vistazo en el espejo antes de salir. Bajé el ascensor con normalidad y ya Junior me estaba esperando en una de las mesas de afuera para desayunar.
Héctor: ¿Comeremos al aire libre? -pregunté con una sonrisa, al estar lo suficientemente cerca-.
Junior: Estoy un poco cansado de lo elegante. Estamos en Ibiza, debemos llevar más sol -dice con gracia, haciéndome reír levemente mientras negaba con la cabeza-. Te estaba esperando para pedir nuestro desayuno. Tenemos dietas distintas -hizo una mueca-.
Héctor: Sé que no debo, pero en estos días me estoy olvidando bastante de la dieta -confesé con picardía. Junior solo dijo un "eres un cabrón", mientras reía y negaba con la cabeza-.
Junior: Anoche fuí a tu habitación para ir juntos al festival, toqué cientos de veces y jamás me respondiste. Te llamé y escribí mensajes y tampoco -reclamó-. ¿Te viste con la princesa anoche? -preguntó con curiosidad a lo bajini-.
Héctor: Sabes que sí, para qué preguntas -sonreí con orgullo, mientras me echaba hacia atrás en la silla-
Junior: Te llegan a pillar con ella, y te meterán en la horca -bromeó mientras reía-. Somos malotes hermano, mírate -me señaló-. Collares, pendientes, relojes, tatuajes, pantalones cortos, cara de que eres un hijo de puta ¿Crees que tu suegro te querrá para ser el próximo rey de España? -él tenía razón, pero ante su comentario lo que hice fue reírme mientras ladeaba la cabeza-.
Héctor: Ella es Infanta, no princesa, así que es muy poco probable de que se convierta en Reina -me defendí-.
Junior: No entiendes el punto ¿verdad?. Eres un bruto Héctor, que desgraciado tío -rió a carcajadas, mientras yo lo miraba con un poco de confusión tras su descontrolada risa-.
Héctor: No entiendo qué es lo que te causa tanta gracia -me crucé de brazos-. Obviamente que entendí a lo que te referías, pero que te quede claro que es muy poco probable que Aurora se convierta en Reina mientras esté Leonor -aclaré-.
Junior: ¿Te lo dijo ella?
Héctor: No, he investigado -comenté con un poco de vergüenza, porque sabía que luego de eso el vacile iba a ser insoportable por parte del gilipollas de mi amigo-.
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Leyes de Murphy [Héctor Fort] (PAUSADA)
Romance"Si algo puede salir mal, saldrá mal" Esa es la primera, y tal vez la más importante de las Leyes de Murphy. La misma, era la frase favorita de aquél chico sumamente liberal y extrovertido, que vivía la vida de una manera bastante intensa, disfrutan...