• Horas después •
。Héctor:
Junior: ¿Por qué tanta prisa? -preguntó con el entrecejo fruncido, al ver la rapidez con la que comía mi desayuno-.
Héctor: Aurora se va en menos de media hora, le prometí que la vería de lejos, antes de que se subiera al auto -digo, tratando de tragar toda la comida que tenía en la boca-. ¡Joder! -exclamé, cuando miré la hora en mi reloj de mano y las agujas marcaban las 8:19 AM-. Aurora ya debe estar de camino al coche -digo, y luego de darle un sorbo a mi vaso de jugo, me levanté bruscamente de la mesa y salí del lugar prácticamente corriendo-.
Caminé lo más rápido que pude hasta la entrada del hotel, y sonreí al verla caminar con su familia al coche que los esperaba. Me quedé parado allí, con una pequeña sonrisa dibujaba en mis labios y mis manos metidas en los bolsillos delanteros de mi pantalón, mientras mi mirada no se separaba de ella.
Desearía tanto poder acercarme y darle un beso antes de que se fuera.
Mi mirada estaba clavada en ella, y me desesperaba un poco el hecho de que ella aún no se diera cuenta de que yo la estaba mirando. Quise llamarla o enviarle un mensaje, pero sabía que al estar con su familia no me iba a responder, como lo hizo aquella vez del yate.
Héctor: Aurora, voltéate mujer -digo entre dientes, moviendo mi pierna derecha con desespero-.
Y justo cuando llegaron al coche y subieron todas las maletas, el chófer les abrió la puerta y uno a uno comenzaron a subirse, siendo ella la última.
Caminó hasta estar un poco más cerca, puso su mano en la puerta y cuando estaba a punto de subirse, giró su cabeza, haciendo contacto visual conmigo.
Sonreí. Sonreí ampliamente al saber que a ella le hacía mucha ilusión esto, y que estuviera viendo que yo si vine a despedirme, me llenaba de tranquilidad.
Ambos nos mirábamos con unas enormes sonrisas, y justo cuando saqué una de mis manos y me despedí, ella desvió la mirada y entró al coche.Esperé a que el coche arrancara, y luego de verlo marcharse, suspiré.
Al Aurora irse, era momento de volver a la realidad.
。 Aurora:
Letizia: ¿Lleváis todo niñas? -preguntó sonriente. Sus hijas le respondieron amablemente, yo simplemente llegué a asentir con la cabeza-.
Estaba destrozada. Mis días de felicidad habían llegado a su fin, y yo no sabía cómo aceptarlo. Me hacía sentir fatal el pensar en que era muy poco probable de que la vida del futbolista y la mía volviesen a cruzarse, y más aún, que sus sentimientos hacia mí, siguieran intactos.
Porque los míos hacia él, ni aunque muera podrán ser borrados.
Cuando lo ví parado en aquella puerta, mirándome fijamente mientras sus labios formaban su hermosa sonrisa, no pude evitar emocionarme y sentir la felicidad más grande del día y tal vez, la del resto de mis meses.
Él había cumplido su promesa...
Flashback ◍
Aurora: Gracias por tanto -murmuré, con los ojos cristalizados, juntando nuestras frentes luego de separar un momento nuestros labios-.
Héctor: No agradezcas linda -susurró, y alejó nuestros rostros, haciéndome suspirar al sentir sus manos acariciar con suavidad mis mejillas-. Prometo mañana ir a despedirme de ti -soltó de la nada-
Aurora: No -negué con rapidez, sintiéndome culpable luego de ver su expresión de vergüenza-. No es porque no quiera -quité sus manos de mis mejillas, y las acaricié-. Sino por nosotros, ya sabes -añadí, con pena-. Que te despidas de mí, sería demasiado evidente -murmuré con tristeza, bajando la mirada-.
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Leyes de Murphy [Héctor Fort] (PAUSADA)
Romance"Si algo puede salir mal, saldrá mal" Esa es la primera, y tal vez la más importante de las Leyes de Murphy. La misma, era la frase favorita de aquél chico sumamente liberal y extrovertido, que vivía la vida de una manera bastante intensa, disfrutan...