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—Mamá─ susurro Karina golpeando las costillas de Lisa con su pequeña mano ─ Lisa─ dijo ahora su nombre─ mamá.

─Mmmmm─ gruñó Lisa sin siquiera abrir los ojos.

─Mamá despierta, Jiae y yo hicimos el desayuno para ti─ contó─ mamá despierta.

─Solo dame unos minutos más Karina prometo que luego desayuno contigo.

─Está bien─ se rindió la pequeña─ voy a ir a jugar con Jiae.

La niña se bajó de la cama y tomó a su osito entre sus brazos para bajar las escaleras seguida por Kuma.

─¿Despertó? ─ preguntó Jiae apenas la vio.

─No─ suspiro─ mamá es floja─ dijo haciendo reír a Jiae.

─Está cansada ayer la tuviste toda la noche jugando contigo.

─Lo sé, pero mírame yo ya estoy bien y ella está cansada─ dijo confundida─ ¿Tú crees que se está volviendo viejita? ─ preguntó preocupada.

─Tu mamá solo está cansada─ le explicó riendo─ así como cuando mamá Jennie se cansa.

─Lo sé─ suspiro─ los adultos son así, no aguantan nada.

─Tú tienes demasiada energía que es diferente─ hablo Lisa apareciendo en la cocina.

─Mamá─ gritó emocionada la niña─ te hicimos el desayuno.

─Mmmm huele delicioso─ exagero la chica para hacer sentir aún mejor a su hija.

─Gracias, Jiae me ayudó, pero muy poquito ella no sabe hacer cereal con leche.

─Muy mal Jiae─ hablo negando con la cabeza Lisa ─ no puedes ir por la vida sin saber hacer cereal con leche.

─Lo siento─ se disculpó─ Karina me enseñara.

─Voy a la mesa─ hablo para luego dejar un beso en la cabeza de su hija y salir de la cocina.

Karina estaba a punto de caminar colgando escuchó el grito de su madre.

─Kim Karina ven aquí─ gritó─ y trae a esa bola de pelos.

La niña asustada corrió a la sala donde su madre se encontraba sin una de sus zapatillas y con cara de asco.

─Que dije acerca de Kuma y sus cochinadas─ dijo con asco.

─Pero mamá─ se quejó Karina ─ él necesita un patio y tú no tienes por eso no tuvo otra que hacerlo ahí.

─Kuma tiene su caja de arena.

─Es un perro no un gato─ río Jiae ─ además deben enseñarle el no entiende aún.

─Mis sandalias─ chillo Lisa infantilmente─ voy a tener que tirarlas─ dijo poniendo un puchero─ y tu bola de pelos─ habló señalando a Kuma que la miro al instante─ si no aprendes modales vas a tener prohibido venir a mi casa.

Kuma comenzó a saltar divertido y corrió hasta las piernas de Lisa comenzando a olfatearla y lamerle los tobillos.

─¿Por qué no compraron un gato? ─ dijo dramáticamente haciendo reír a carcajadas a su hija.

─Mamá tú quieres mucho a Kuma─ dijo riendo─ y no es su culpa.

─Mejor desayunemos para poder ir a ver a mamá Jennie a la pastelería y aprovechamos para sacar a la bola de pelos a pasear al parque.

No me rendiré || Jenlisa •adaptación•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora