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—Hola mi amor— saludo Jennie entrando a la oficina de Lisa quien hablaba al teléfono pero aun así le sonrió de vuelta y corrió su silla para atrás invitando a Jennie a sentarse en su regazo.

—No, yo di la orden de que aquello no se podía ejecutar aún— hablo Lisa llevando su mano a la espalda baja de Jennie y dejándola ahí con delicadeza mientras su futura esposa le daba pequeños besos en el cuello—Jennie por favor...—se quejó bajito riendo —No, eso no era para ustedes— hablo volviendo su tono dominante y serio— ahora por favor les pido que se limiten a acatar mis órdenes— pidió— debo hablar con los inversionistas antes de que podamos comenzar esto — hubo un breve silencio— está bien, adiós.

—Te escuchas muy sexy dando órdenes— dijo Jennie sugestivamente para luego reír.

—Señorita Kim ¿A qué se debe su visita?— preguntó besándole la frente.

—Te extrañaba—dijo recostando su cabeza sobre el hombro de la chica—esta semana casi no te he visto más que para dormir.

—Mi amor nos casamos mañana y nos vamos de luna de miel— explicó tiernamente— debo dejar todo arreglado aquí antes de irnos, no quiero que me interrumpan cuando estemos juntas.

—Gracias— susurró besándole el cuello— te amo.

—Yo te amo a ti cielo— la chica comenzó a atacar a Jennie dejándole besos por toda la cara mientras le picaba los costados haciéndola reír.

—Lisa para— gritó entre risas la castaña — me haces cosquillas.

—Yo sé que te gusta.

—Eres tan molesta— fingió enojo la más pequeña mientras escondía su rostro en el cuello de su novia.

—Sé que amas que te de besos— río— ahora cuéntame qué hiciste toda la mañana.

—Estuve en el salón por la mañana para asegurarme de que todo estaba en lo correcto— contó abrazándose a ella aún en su regazo— ya llegaron las flores para mañana y las guardaron en los congeladores pero pude verlas y están preciosas.

—Sabía que te iban a gustar los arreglos de esa florería, siempre hacen un muy buen trabajo y más cuando saben que una Manoban las pide.

—¿Cómo te soporto tanto?— bromeó negando con la cabeza.

—Porque soy buena en la cama.

—Eso es cierto— le siguió la broma— fui a la panadería con Karina y decore parte de nuestro pastel.

—¿Si?

—Mmm—respondió media adormilada por el cansancio que tenía por todos los preparativos de la boda— que bueno que nuestras despedidas de solteras fueron hace una semana.

—Ni me lo recuerdes.

—Aún no puedo superar lo tontas que fueron.

—Ustedes como estaban con strippers— dijo girando los ojos— nosotras estábamos en un bar escuchando a Tzuyu cantar en español.

—Debería haberte castigado haciéndote dormir en el sofá como a Momo— río la castaña.

—Dahyun aún sigue molesta porque pasó todo el día siguiente cuidándola con su resaca y faltó a los ensayos de una presentación en su estudio.

—Sabes que no hay persona más responsable que ella.

—No hay nadie que le gane—río bajito— tenemos buenas amigas.

No me rendiré || Jenlisa •adaptación•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora