decimotercero capítulo El palacio real

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Después de perder el tiempo por más de 3 horas en el festival, Rick y Jhon decidieron buscar a Sanse de nuevo. Preguntaron a algunos de los lugareños y finalmente encontraron un palacio real que parecía ser el lugar donde podían encontrarlo. Para su sorpresa, los guardias del palacio los dejaron pasar sin decirles nada.

Una vez dentro, encontraron a Sanse en un gran salón. Su apariencia era la de un noble azteca, con un traje de plumas y joyas que reflejaban la luz. Era impresionante, pero al mismo tiempo, había algo en él que parecía... diferente.

Sanse los miró con una sonrisa y, sin pensarlo dos veces, los golpeó con mucha facilidad. Rick y Jhon se encontraron inmobilizados en el suelo, sin poder moverse.

"Conque por fin llegaron", dijo Sanse con una voz serena. "Me estaba empezando a preguntar si iban a venir".

Rick intentó hablar, pero Sanse lo interrumpió con una patada a su cara. "No hables, extranjero. No tienes permiso para hablar aquí".

Jhon intentó moverse, pero Sanse lo inmobilizó con una mirada. "No te muevas, tampoco. No quiero que te lastimes".

Rick y Jhon se miraron entre sí, confundidos y asustados. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Sanse los trataba de esta manera?

"¿Cómo sabías que íbamos a venir?", intentó preguntar Rick de nuevo.

Pero Sanse simplemente se rió y dijo: "No preguntes tantas cosas, extranjero. Simplemente acepta tu suerte".

Y con eso, Sanse se dio la vuelta y se fue, dejando a Rick y Jhon inmobilizados en el suelo.

El soldado de la montaña Donde viven las historias. Descúbrelo ahora