capitulo vigésimo primero La llegada al bosque de los espíritus

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Sanse les dijo: "Excelente, ahora que ya saben cuál es su propósito, les tengo una nueva tarea. Van a casar al Kakasbal, pero les advierto algo, el Kakasbal es más listo que un Ahuizotl, entonces les va a costar mucho más. Pero creo que ya los he entrenado lo suficiente para que sean capaces de controlar la energía de sus cuerpos y están listos. Lo peor que podría pasar es que el Kakasbal se robe sus almas".

Al decir eso, Sanse se empezó a reír y Jhon, Semeel y Rick se quedaron confundidos y nerviosos.

Sanse les dijo: "Les tengo un regalo especial", y les dio una ropa especial que solo pueden usar los guerreros águila.

Jhon dijo: "¿Por qué nos das esto? Aún no somos dignos".

Sanse se rió y dijo: "Es porque si el Kakasbal los ve con esa ropa se va a enojar más". Sanse se rió mientras decía eso.

Después les dio sus armas a cada uno: un atlatl (lanzadardos), un arco y flecha, macuahuitl y algunos tipos de dagas de obsidiana.

Y les dio eso a cada uno y luego levantó sus manos y empezó a hacer una clase de formas con sus dedos. Era como si estuviera dibujando en el aire.

"¿Qué está haciendo?", preguntó Jhon, confundido.

"Está creando un portal", dijo Rick, asombrado.

Sanse terminó de hacer las formas y un portal brillante apareció frente a ellos. Era como una puerta a otro mundo.

"¿Qué es esto?", preguntó Semeel, asombrado.

"Es un portal a otro mundo", dijo Sanse, sonriendo. "Ahora vayan, tienen una misión que cumplir".

Y con eso, los tres se prepararon para entrar al portal y cumplir su misión.

El soldado de la montaña Donde viven las historias. Descúbrelo ahora