capitulo decimoséptimo El monstruo invencible

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Los tres atacaron al Ahuízotl con sus espadas de obsidiana, pero era prácticamente inútil. Intentaron atacar al mismo tiempo, individualmente, por turnos, pero nada parecía tener efecto en el monstruo. El Ahuízotl, por otro lado, los estaba lastimando bastante a ellos.

Semeel intentó un golpe fuerte, pero el Ahuízotl lo esquivó con facilidad y le devolvió un golpe que lo envió al suelo. Jhon intentó un ataque rápido, pero el Ahuízotl lo bloqueó con su garra y lo lanzó al agua. Rick intentó un ataque con su espada, pero el Ahuízotl la rompió en dos con un solo golpe.

Sanse observaba la pelea desde lejos, con una sonrisa en su rostro. Parecía disfrutar de la escena, como si estuviera viendo un espectáculo. No parecía preocuparse por la suerte de los tres, sino que más bien parecía divertirse con su sufrimiento.

"¿Por qué no intentan algo nuevo?" se burló Sanse, desde lejos. "¿Por qué siguen haciendo lo mismo una y otra vez?"

Los tres se miraron entre sí, frustrados y desesperados. No sabían qué hacer, ya que nada parecía funcionar contra el Ahuízotl. Sanse se rió aún más, como si disfrutara de su desesperación.

"¿No recuerdan lo que les dije?" preguntó Sanse, con una sonrisa. "¿No recuerdan que la energía de su cuerpo es la clave para vencer al Ahuízotl?"

Los tres se miraron entre sí, confundidos. ¿Qué quería decir Sanse con eso? ¿Cómo podían utilizar su energía para vencer al monstruo? Sanse solo se rió aún más, como si disfrutara de su confusión.

El soldado de la montaña Donde viven las historias. Descúbrelo ahora