Capítulo 5: La Última Batalla de Kim

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En el año 2026, la humanidad se enfrentó a una guerra inesperada contra la naturaleza. Los animales del planeta, desde los más pequeños insectos hasta los más grandes mamíferos, comenzaron a atacar a los humanos sin motivo aparente. Los árboles y plantas, que habían desarrollado una sensibilidad desconocida, también se unieron a la lucha, envolviendo con sus raíces y ramas a cualquier humano que se acercara.

La humanidad, sorprendida y desorganizada, luchaba por sobrevivir. Pero en medio del caos, un grupo de presos que sabían sobre la extraña energía conocida como mana, vieron una oportunidad para escapar y tomar el control. En las cárceles, estallaron revueltas y muchos presos lograron escapar.

Un grupo de estos presos, liderados por Victor, decidieron unir sus fuerzas y atacar la mansión de Kim Kardashian, una famosa empresaria y personalidad de los medios que se había convertido en un símbolo de esperanza para muchos. Pero su intención no era solo destruir, sino también satisfacer su lujuria. Kim, que había estado recibiendo amenazas de muerte, se encontraba atrapada en el sótano de su mansión, rodeada por un grupo de presos violentos. Habían allanado su hogar, buscando saquear y destruir todo a su paso. Pero Kim no se rendiría sin luchar.

Con una fuerza y determinación que nadie sabía que poseía, Kim se enfrentó a sus atacantes. Golpeó y pateó con todas sus fuerzas, intentando protegerse a sí misma y a sus hijos. Los presos cayeron al suelo, gritando de dolor, pero no se rindieron.

Kim continuó luchando, utilizando todos los objetos que encontraba para defenderse. Rompió una botella en la cabeza de uno de los presos, y utilizó una silla para golpear a otro. Los presos estaban cubiertos de sangre y sudor, pero seguían adelante.

En un último esfuerzo por escapar, Kim utilizó toda su energía para lanzar a sus atacantes hacia atrás. Los presos volaron por los aires, golpeando contra las paredes y el suelo con un ruido seco. Pero no se rindieron. Se levantaron, con la cara ensangrentada y los huesos rotos, y se lanzaron hacia Kim con una ferocidad animal.

Kim sabía que no podía ganar. Sabía que no sobreviviría. Pero también sabía que tenía que proteger a sus hijos, y que tenía que hacer que sus asesinos pagaran por lo que habían hecho. Con una mirada de desafío, enfrentó a sus atacantes y les gritó: "Moriré, pero mi espíritu os perseguirá por toda la eternidad".

Y entonces, en un instante, su cuerpo se iluminó con una luz blanca intensa. La energía que había estado creciendo dentro de ella finalmente explotó, lanzando a sus atacantes hacia atrás y destruyendo el sótano.

Los presos volaron por los aires gritando de dolor y terror. Sus cuerpos se estrellaron contra las paredes y el suelo, rompiendo huesos y destrozando carne. La explosión los lanzó hacia fuera del sótano, y cayeron al suelo, retorciéndose de dolor.

Pero Kim no sobrevivió. Su cuerpo había sido destruido por la explosión, y su alma se había ido. La mansión se derrumbó, enterrando a los presos bajo los escombros.

Pero yo, Jaziel, había vuelto en el tiempo. Recordé el día que conocí a Kim, una niña de 10 años, hija de Kris Jenner, una de las amigas de mi mamá. Me pareció una chica alegre y sonriente, con un futuro brillante por delante. Pero sabía que ese futuro estaba en peligro. Sabía que Kim moriría en el futuro, y que yo podía evitarlo.

Decidí actuar. No podía permitir que Kim muriera. Tenía que protegerla, y asegurarme de que su futuro fuera diferente. Me propuse encontrar la manera de evitar su muerte, y de darle a Kim la oportunidad de vivir la vida que se merecía.

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