Capítulo 12: "El Niño del Río: Un Misterio que se Desvela"

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Nicole Kidman, la vecina de 23 años, había estado observando la casa de Cameron desde hacía días. Había notado que Cameron había traído a un niño a su casa, y algo le parecía extraño. Así que decidió llamar a la policía para reportar su sospecha.

La policía de Los Ángeles llegó a la casa de Cameron después de recibir una llamada de una vecina que había visto un niño parecido al bebé desaparecido en la casa de al lado. Cameron abrió la puerta y se encontró con dos policías que parecían serios y preocupados.

"¿En qué puedo ayudarlos?" preguntó Cameron.

"Estamos buscando un bebé de 6 meses que cayó al río después del accidente en el puente", respondió uno de los policías. "Tenemos razones para creer que puede haber sobrevivido".

Cameron se sorprendió. "¿Cómo es posible que un bebé sobreviva a una caída así?" preguntó.

El policía se encogió de hombros. "No lo sabemos, pero estamos siguiendo todas las pistas. ¿Tiene alguna idea de si ha visto al bebé?"

Cameron negó con la cabeza. "No, pero... ¿tienen una imagen del bebé que están buscando?"

El policía sacó una foto de su bolsillo y se la mostró a Cameron. Ella la cogió y se asombró por el parecido que tenía con Jaziel. No podía imaginar que fueran la misma persona.

"¿Qué pasa?" preguntó el policía, notando la reacción de Cameron.

Cameron se recuperó rápidamente. "Nada, solo que... he visto un niño parecido hoy. Lo encontré al borde del río".

Los policías se miraron entre sí. "¿Puede mostrárnoslo?" preguntó uno de ellos.

Cameron asintió y los llevó a la sala donde estaba Jaziel. Los policías se asombraron al ver al niño y quedaron atónitos. No podían creer que fuera posible que un bebé de 6 meses hubiera crecido tanto en tan poco tiempo.

"¿Es él?" preguntó uno de los policías, mirando a Jaziel con incredulidad.

Cameron se encogió de hombros. "No lo sé, pero... parece que sí".

El policía sacó su Nokia 9000 Communicator y llamó a su capitán. "Capitán, creemos que hemos encontrado al bebé. Pero hay algo extraño. Parece que tiene 2 años".

Mientras tanto, el capitán de la policía, James, recibió la llamada de su oficial y se enteró de que habían encontrado un niño que podría ser el bebé desaparecido. James estaba a 30 minutos de la casa de Cameron, que quedaba en las afueras de Los Ángeles. Decidió tomar la autopista para llegar lo más rápido posible.

Durante el trayecto, James no podía dejar de pensar en la posibilidad de que el niño que Cameron había rescatado del río fuera el mismo que se había caído del puente. Era una coincidencia demasiado grande como para ignorarla.

Finalmente, James llegó a la casa de Cameron y se encontró con los policías que habían llegado antes. Vio al niño que Cameron sostenía en brazos y se asombró por el parecido con la foto del bebé desaparecido.

"¿Es él?" preguntó James, mirando a Jaziel con incredulidad.

Cameron se encogió de hombros. "No lo sé, pero... parece que sí".

James sabía que tenían que llevar al niño al hospital para que Julianne, la madre del bebé desaparecido, lo viera. Era la única manera de saber con certeza si Jaziel era el bebé que habían estado buscando.

"Vamos al hospital", dijo James, mirando a Cameron y a los policías. "Tenemos que resolver este misterio de una vez por todas".
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La policía al llegar al hospital abrió la puerta de la habitación y se sorprendió al ver la cantidad de personas que había dentro. Julianne, rodeada de sus amigas y familiares, se levantó nerviosamente al ver a los policías.

Julianne se levantó de un salto, su corazón latiendo a mil por hora, y se acercó a la puerta con paso vacilante. "¿Ya... ya encontraron a mi hijo?" preguntó, su voz temblando de nerviosismo.

Las amigas de Julianne, Galina, Asalia, Kris, Marilyn y Sara, se miraron entre sí con ansiedad, sus ojos llenos de preocupación. Los niños, Milla, Zoe, Kim, Matthew y Amy, se callaron, sintiendo la tensión en el aire.

"Encontramos un niño", respondió el policía, su voz seria y cautelosa. "Pero necesitamos su confirmación para saber si es realmente su hijo".

Julianne se puso aún más pálida, su respiración agitada. "¿Está... está vivo?" preguntó, su voz apenas era audible.

El policía asintió lentamente. "Sí, está vivo".

Julianne cerró los ojos, como si estuviera rezando, y luego los abrió de nuevo, llenos de esperanza. "Dejen pasar al niño", dijo, su voz temblando de emoción.

Las amigas de Julianne se miraron entre sí, nerviosas, mientras Jaziel entraba en la habitación, cogido de la mano de Cameron. Todos se sorprendieron al ver a un niño de 2 años, en lugar del bebé de 6 meses que esperaban.

Julianne se acercó a Jaziel, su corazón latiendo a mil por hora, y se detuvo frente a él, como si estuviera viendo un fantasma. "¿Es... es mi hijo?" preguntó, su voz apenas audible.

El silencio en la habitación era sepulcral, mientras todos esperaban la respuesta de Julianne. ¿Era realmente su hijo? ¿Cómo era posible que hubiera crecido tanto en tan poco tiempo? Las preguntas sin respuesta colgaban en el aire, mientras Julianne se debatía entre la esperanza y la duda.

Julianne se acercó a Jaziel, su corazón latiendo a mil por hora, y se detuvo frente a él, como si estuviera viendo un fantasma. Miró sus ojos, y se sorprendió al ver que uno era de color azul con bordes rojos, y el otro era café claro con bordes plateados. Luego, miró su pelo, y vio que tenía más mechones rojos y negros, y los mismos mechones plateados que recordaba.

Al ver todos esos detalles, Julianne supo, sin lugar a dudas, que era su hijo. Era como si todo encajara en su lugar, y su corazón se llenara de emoción y alegría.

"Es mi hijo", dijo, su voz temblando de emoción. "Es mi Jaziel".

Las amigas de Julianne se miraron entre sí, con lágrimas en los ojos, y los niños se abrazaron, felices por la reunión de Julianne con su hijo.

Julianne se abalanzó sobre Jaziel, abrazándolo con fuerza, y besándolo en la frente, en las mejillas, en los ojos... "Mi niño, mi niño", repetía, sin poder contener las lágrimas de alegría.

El policía sonrió, satisfecho de haber resuelto el caso, y Cameron se alegró de haber podido ayudar a reunir a la familia.

En ese momento, Julianne sabía que nada podía separarla de su hijo de nuevo. Lo había encontrado, y lo iba a proteger con su vida.

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