Hollywood Apocalypse

Capítulo 9: La Lucha por la Supervivencia

Jaziel comenzó a recuperar la conciencia, pero justo cuando estaba a punto de abrir los ojos, sintió que estaba cayendo. Escuchó gritos y chillidos a su alrededor, pero no podía entender qué estaba sucediendo. De repente, se encontró sumergido en el agua fría del río, tragando agua y siendo arrastrado por la corriente.

Mientras era arrastrado, Jaziel recibió golpes de piedras y palos que habían en el río. Su pequeño cuerpo de 6 meses era vulnerable a los impactos, y pronto comenzó a botar sangre por la boca, nariz y oídos. Sus huesos y manos estaban rotos, y su cráneo estaba fracturado. La visión de Jaziel se volvió borrosa, y se sentía débil y sin fuerzas.

Pero en ese momento de desesperación, algo dentro de Jaziel se activó. La técnica de cultivo corporal que había en su conciencia, Hemogenesis, comenzó a operar. A pesar de su joven edad, Jaziel había sido dotado con esta técnica, y ahora era su única esperanza de supervivencia.

Al recibir los impactos, Jaziel entró en el primer reino de Hemogenesis, Kinetos. Su cuerpo comenzó a cambiar, volviéndose más resistente a los impactos y aumentando la densidad ósea. Pero el proceso era lento, y Jaziel seguía recibiendo golpes y heridas.

De repente, una roca afilada golpeó la cabeza de Jaziel, abriéndole una profunda herida en la frente. La sangre brotó a borbotones, y Jaziel se sintió mareado y confundido. ¿Podría sobrevivir a esta terrible prueba? ¿Podría Hemogenesis salvarlo?

La corriente del río se volvió más fuerte, y Jaziel fue arrastrado hacia una cascada. El pequeño cuerpo de Jaziel cayó por el precipicio, y se estrelló contra las rocas del fondo.

Todo se volvió negro Jaziel sintió que su cuerpo se estaba rompiendo, que su vida se estaba escapando. Pero en ese momento de oscuridad, algo dentro de él se despertó. Una fuerza desconocida que él no podía explicar.

De repente, Jaziel tuvo una epifanía. Entendió que la muerte no era el fin, sino un nuevo comienzo. Que la vida y la muerte estaban conectadas, y que él podía sentir esa conexión.

Sin saber por qué, Jaziel se encontró entrando en un reino desconocido. Un lugar oscuro y frío, donde la muerte reinaba suprema. Era el Reino de la Tumba, el primer reino de la técnica Mortuum.

Jaziel no sabía qué era Mortuum, ni por qué había entrado en ese reino. Pero sintió que era parte de él, que siempre había estado allí, esperando ser descubierto.

De repente, en su cabeza apareció una información desconocida:

Reino de la Tumba: Nivel 1

- Habilidad: Invocación de un muerto
- Detalle: Poder invocar a un muerto para que pelee junto a ti durante un corto período de tiempo.
- Límite: Solo se puede invocar a un muerto a la vez.
- Habilidad adicional: "Golpe de la Tumba" - El muerto invocado puede realizar un golpe adicional que causa daño extra.

Jaziel no sabía qué significaba esa información, pero sintió que era importante. Podía sentir el poder de la muerte dentro de él, y sabía que podía utilizarlo para su beneficio.

Su cuerpo comenzó a cambiar, volviéndose más resistente a la muerte. La sangre que brotaba de sus heridas se detuvo, y sus huesos rotos comenzaron a sanar.

Después de ser arrastrado por la corriente del río, Jaziel sintió que su cuerpo estaba a punto de sucumbir a la fatiga y el dolor. Pero justo cuando pensaba que todo estaba perdido, sintió una fuerza desconocida que lo impulsaba hacia la orilla del río.

Con un último esfuerzo, Jaziel logró alcanzar la orilla y salir del agua. Se encontró en un lugar desconocido, lejos del puente de donde cayó. Estaba solo, rodeado de árboles y maleza, pero vivo.

De repente, escuchó un ruido detrás de él. Se volvió y vio a una joven de 18 años, con el cabello rubio y los ojos azules, sonriendo hacia él. Era Cameron Díaz, una chica común y corriente que estaba paseando por el bosque.

"¿Qué diablos...? ¿Un niño en el río?", preguntó Cameron, sorprendida. "¿Estás bien? ¿Qué pasó?"

Jaziel no respondió. Simplemente miró a Cameron con ojos confundidos. No podía hablar, era solo un niño de 2 años, y hacía solo unos minutos tenía un cuerpo de 6 meses.

Cameron se acercó a Jaziel y lo examinó. "Estás mojado y sucio. ¿Te duele algo? ¿Puedes hablar?"

Jaziel sacudió la cabeza, aún sin responder. Cameron se preocupó, no sabía qué había pasado con el niño ni cómo había terminado en el río.

"Vamos, te voy a llevar a un lugar seguro", dijo Cameron, levantando a Jaziel en brazos. "Puedes confiar en mí".

Cameron Díaz llevó a Jaziel a su casa, una hermosa mansión en las afueras de la ciudad de Los Ángeles. Mientras caminaban, Jaziel no podía dejar de mirar a Cameron, reconociéndola como la famosa modelo y actriz que sería en el futuro. Pero ahora, era solo una hermosa chica de 18 años, sin saber que el pequeño niño que llevaba en brazos sería alguien importante en su vida.

Al llegar a la casa, Cameron se sentó en el sofá con Jaziel y comenzó a examinarlo más de cerca. "Eres un niño muy bonito", dijo, sonriendo. "Tienes los ojos de diferentes colores, es muy raro y hermoso a la vez". Jaziel miró hacia abajo, sabiendo que sus ojos eran especiales, el de la izquierda era de color azul con bordes de color rojo y el de la derecha de color café claro con el borde de color plateado.

Cameron también notó el pelo de Jaziel, único mechones de color rojo, plateado y negro. "Y tu pelo es increíble", dijo, tocándolo suavemente. "Vas a ser un chico muy guapo cuando seas mayor, no sabemos cuantas chicas van a caer por tu belleza".

Jaziel sonrió internamente, pensando "Tú serás una de esas chicas". Aunque no podía hablar, Jaziel sentía una conexión especial con Cameron, y sabía que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.

Mientras tanto, Cameron se preguntaba qué hacer con Jaziel. No sabía quién era ni de dónde venía, pero algo en su interior le decía que debía cuidarlo. Así que decidió llamar a su madre, una mujer sabia y compasiva que siempre sabía qué hacer en situaciones difíciles.

La madre de Cameron, Billie Early, se sorprendió al ver a su hija regresar con un bebé en brazos. "¿Quién es ese niño? ¿Es tu hijo?" preguntó, bromeando. "Es muy hermoso para ser tu hijo", agregó, riendo.

Cameron se rió también. "No, mamá, no es mi hijo. Lo encontré en el río. Estaba solo y mojado, así que lo traje aquí".

Billie se sorprendió aún más. "¿En el río? ¿Qué estaba haciendo allí? ¡Es un milagro que esté vivo!"

Cameron asintió. "Lo sé, mamá. Es como si el destino lo hubiera llevado hasta mí".

Emilio Díaz, el padre de Cameron, entró en la habitación en ese momento. "¿Qué pasa aquí?" preguntó, viendo al bebé en brazos de Cameron.

"Es un niño que Cameron encontró en el río", explicó Billie. "No sabemos quién es ni de dónde viene".

Emilio se acercó a examinar al niño. "Es cierto, es un niño muy hermoso. Y tiene unos ojos muy extraños...".

Jaziel miró hacia arriba, sabiendo que sus ojos eran especiales. Y también sabía que estaba en un lugar seguro, rodeado de personas que lo cuidarían.