Capítulo 11: La Verdad

3 0 0
                                    

Julianne sintió el ambiente pesado en la habitación, como una losa que oprimía su corazón. Sus amigas estaban allí, pero nadie quería hablar. Volvió a preguntar por su hijo Jaziel, pero nadie respondió. Comenzó a entrar en pánico, su mente llena de terribles pensamientos.

"¿Dónde está Jaziel? ¿Qué pasó con mi hijo?", preguntó, con una voz que temblaba de desesperación.

Una de sus amigas, no aguantó más y comenzó a contar la verdad, con lágrimas en los ojos.

"Julianne, la ambulancia en la que venía Jaziel y tu esposo se accidentó en un puente. Un periodista iba en un carro y no vio la ambulancia que venía. El conductor de la ambulancia trató de esquivarlo, pero perdió el control y la ambulancia se fue al borde del puente. Quedó suspendida en el aire, con las ruedas delanteras colgando sobre el vacío. Debajo del puente, había un río profundo y turbulento. Jaziel cayó al agua, Julianne. No sabemos si...".

Julianne se desmoronó, como si su mundo se hubiera derrumbado. Se asustó y entró en pánico, su corazón destrozado por la noticia. Intentó levantarse de la camilla, pero sus amigas la sujetaron, tratando de calmarla.

"No, Julianne, no puedes levantarte. Estás herida", le dijeron, con lágrimas en los ojos.

Pero Julianne no escuchaba, su mente estaba llena de imágenes de su hijo, de su sonrisa, de su risa. Quería ir a buscarlo, quería encontrarlo, quería abrazarlo de nuevo.

"¿Y mi esposo? ¿Qué pasó con él?", preguntó, con una voz que temblaba de miedo.

Otra amiga, tomó el relevo, con un sollozo.

"Está en cirugía, Julianne. La ambulancia se volcó y él quedó atrapado. Lo rescataron de la ambulancia, pero tenía una barra que le traspasaba el estómago. Están tratando de salvarlo, pero...".

Julianne se cubrió la boca con la mano, como si tratara de contener un grito. Su mundo se había derrumbado, su familia se estaba desmoronando.
_______________________________________

Me encontré en casa de Cameron Díaz, empapado y cubierto de tierra. Ya eran las 7 de la tarde y su madre, preocupada por mi estado, le pidió a su hija que me atendiera. Sin dudarlo, Cameron aceptó y me llevó al baño, ofreciéndose a ayudarme a limpiarme. Poco sabía ella del hombre que había dentro de ese cuerpo y de los deseos que ardía en mi interior.

Mientras Cameron  comenzaba a quitarme la ropa, sus manos rozando suavemente mi piel, no pude evitar sentir una punzada de excitación. Sus caricias eran inocentes, pero para mí eran eléctricas. Mi nombre es Jaziel, y aunque mi forma física parecía la de un joven de 2 años, mi alma era la de un hombre de 44 años con una predilección por las mujeres mayores, especialmente las famosas. Y aquí estaba yo, a punto de experimentar una fantasía oculta con cameron, una impresionante mujer de 18 años.

Me quedé allí, sintiendo que mi corazón se aceleraba mientras Cameron me quitaba lentamente la ropa, dejando al descubierto mi cuerpo delgado y pequeño. Ella no tenía idea del efecto que estaba teniendo en mí, y su expresión serena solo contribuía a mi excitación. Cuando terminó de desvestirme, me tomé un momento para admirarla. Cameron era una visión de belleza, con curvas suaves que insinuaban su edad y experiencia. Su piel era pálida e impecable, un lienzo perfecto para la suave caricia del agua.

Al entrar en la ducha conmigo, Cameron tomó el jabón y comenzó a enjabonarme suavemente el cuerpo. Sus manos se deslizaron por mis hombros, brazos y pecho. Cerré los ojos y saboreé el placer de su tacto. Me incliné hacia atrás y sentí como su pecho tocaba mi piel.

Cameron no le prestó atención a mi reacción; en su inocencia, simplemente se centró en asegurarse de que me limpiara por completo. Sus manos se deslizaron por mi estómago y contuve la respiración cuando llegó al rastro de mi pequeña  polla. Con suaves caricias, lavó mi pequeña polla, su toque enviaba descargas de placer por todo mi cuerpo. Apreté los dientes, luchando contra el impulso de empujar mis caderas hacia adelante y hacia atrás.

En cambio, disfruté de la sensación, mis ojos se abrieron de golpe para contemplar su hermoso cuerpo. Los pechos de Cameron estaban llenos y flexibles, sus pezones se endurecían con el aire fresco. El agua corría por su cuerpo, acariciando sus curvas, fluyendo sobre su vientre plano y desapareciendo en el mechón de pelo entre sus piernas. Imaginé cómo se sentiría tenerla a horcajadas sobre mí, su humedad mezclándose con la mía.

Como si leyera mis pensamientos, Cameron dio un paso atrás y dejó que el agua enjuagara el jabón de mi cuerpo. Con una sonrisa, me indicó que esperara mientras terminaba de ducharse. La observé, con la respiración acelerada mientras se enjabonaba el cuerpo, deslizando las manos por sus pechos y caderas. Mi joven cuerpo podría haber parecido tranquilo, pero por dentro, ardía de deseo.

Al salir de la ducha, Jaziel se sintió refrescado y renovado. En la habitación, encontró ropa para niños de 2 años que el papá de Cameron había traído. Cameron lo ayudó a vestirse, y Jaziel se sintió feliz de ponerse la ropa nueva.

Una vez que estuvo listo, Cameron lo cargó en sus brazos y lo llevó a la sala, donde la comida ya estaba servida. El papá de Cameron estaba sentado en el sofá, y cuando vio a Jaziel, sonrió y lo saludó.

Cameron estaba sentada en la sala con Jaziel en su regazo, dándole de comer una taza de sopa. Jaziel la miraba con sus ojos grandes y misteriosos, mientras comía con gusto. Aunque tenía el cuerpo de un niño de 2 años, su alma de 44 años le daba una madurez y comprensión que no podía expresar con palabras.

Jaziel se comportaba con calma y seriedad, sin hacer los gestos ni sonidos típicos de un niño de su edad. Cameron notaba que era un niño muy tranquilo y observador, pero no sospechaba que detrás de esos ojos había una alma adulta.

La televisión estaba encendida, y la noticia del accidente en el puente y la desaparición del bebé seguía siendo el tema principal. Jaziel la miraba con interés, sabiendo que era el centro de la historia, pero sin poder decir nada.

De repente, el papá de Cameron entró en la sala. "Cameron, la policía quiere hablar contigo", le dijo. "Quieren saber si has visto algo sobre el accidente en el puente".

Cameron se levantó para ir a hablar con la policía, y Jaziel la siguió con la mirada, sabiendo que su secreto estaba a punto de ser descubierto.

Hollywood Apocalypse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora