John gritó desesperadamente mientras veía a su hijo caer al río. "¡Mi hijo! ¡Mi hijo! ¡Salvenlo!", exclamó, retorciéndose de dolor en el suelo.
El tubo que le había traspasado el estómago le impedía moverse, y solo podía mirar hacia el río, rogando para que alguien salvara a su hijo.
Los bomberos llegaron rápidamente, pero no pudieron encontrar a Jaziel en el río. John, desesperado, les gritó: "¡Es culpa de ustedes! ¡Deberían haberme escuchado! ¡El vidrio podía reventar en cualquier momento!"
La policía llegó y asumió la responsabilidad de buscar a Jaziel. "Lo siento, señor. Haremos todo lo posible para encontrar a su hijo", dijo un oficial.
Mientras tanto, los periódicos y canales de noticias comenzaron a dar la noticia con un tono de urgencia y dramatismo:
"¡TRAGEDIA EN EL PUENTE! El hijo de Julianne, Jaziel, cae al río en un accidente devastador. ¿Podrá sobrevivir?" (Canal 5)
"LA FAMILIA DE JULIANNE SUFRE UNA TRAGEDIA: su hijo de 6 meses cae al río. La búsqueda es desesperada" (Periódico La Voz)
"¡BUSCAN A UN BEBÉ DE 6 MESES EN EL RÍO! La comunidad está en shock después del accidente en el puente" (Canal 11)
"JULIANNE SUFRE LA PEOR PESADILLA: su hijo Jaziel cae al río. La esperanza se desvanece" (Periódico El Mundo)
La ambulancia que llevaba a John al hospital arrancó, mientras él seguía gritando: "¡Mi hijo! ¡Mi hijo!"
En el hospital, los doctores se prepararon para operar a John y quitarle el tubo que le había traspasado el estómago. Pero John solo pensaba en su hijo, y rogaba para que estuviera vivo.
___________________________Los doctores se prepararon para operar a John, con el objetivo de quitarle el tubo que le había traspasado el estómago. La cirugía era complicada, y el estado de John era crítico.
"Tenemos que actuar rápido", dijo el Dr. Smith, el cirujano jefe, con una voz llena de urgencia. "La pérdida de sangre es significativa, y su presión arterial está cayendo".
Los doctores trabajaron con precisión y rapidez, intentando controlar la hemorragia y estabilizar a John. Pero a medida que avanzaba la cirugía, la situación se volvía cada vez más crítica.
"¡No podemos detener la hemorragia!", gritó el Dr. Jones, el anestesista, con pánico en su voz. "¡Está perdiendo demasiada sangre!"
La máquina de electrocardiograma comenzó a sonar con una frecuencia alarmante, indicando que el corazón de John estaba fallando.
"¡Beep... beep... beep...!", sonaba la máquina, con un tono cada vez más agudo.
"¡No! ¡No! ¡No!", gritó el Dr. Smith, con desesperación. "¡No podemos perderlo!"
Los doctores trabajaron con frenesí, intentando salvar la vida de John. Pero parecía que todo estaba perdido. La cirugía había sido un esfuerzo desesperado, pero ahora parecía que era demasiado tarde.
"¡Lo siento, equipo!", gritó el Dr. Smith, con lágrimas en los ojos. "¡Creo que lo hemos perdido!"
Pero justo cuando todos pensaban que todo estaba perdido, el Dr. Jones gritó:
"¡Espera! ¡Su corazón está respondiendo!"
La máquina de electrocardiograma comenzó a sonar con una frecuencia más lenta, indicando que el corazón de John estaba volviendo a funcionar.
"¡Beep... beep... beep...!", sonaba la máquina, con un tono más suave.
Los doctores se miraron entre sí, con una mezcla de alivio y incredulidad.
"¡Lo logramos!", gritó el Dr. Smith, exhausto. "¡John va a sobrevivir!"
_______________________________________Las amigas de Julianne llegaron al hospital en pánico y asustadas, preguntando por Julianne y su esposo en la recepción.
"Por favor, necesitamos saber qué pasó con Julianne y su esposo", dijo una de las amigas, con voz temblorosa.
La recepcionista miró a las amigas con curiosidad.
"¿Quiénes son ustedes para Julianne?", preguntó.
"Somos sus amigas", respondió otra de las amigas. "Hemos estado juntas desde la universidad. Por favor, necesitamos saber qué pasó".
La recepcionista asintió y miró en la computadora.
"Julianne está en cuidados intensivos. Su estado es crítico. Y su esposo, John, está en cirugía. La situación es grave".
Las amigas se miraron entre sí, horrorizadas.
"¿Qué pasó?", preguntó una de ellas, con lágrimas en los ojos.
La recepcionista se limitó a sacudir la cabeza.
"No tengo información adicional. Pero pueden esperar en la sala de espera para que les den más noticias".
Las amigas se dirigieron a la sala de espera, donde esperaban ansiosas por noticias. Mientras esperaban, escucharon en la televisión lo que decían los periodistas:
"Tragedia en el río: el hijo de Julianne, Jaziel, cae al agua y desaparece. Las autoridades siguen buscando su cuerpo, pero hasta ahora no han encontrado nada. Se teme lo peor. La familia de Julianne está en shock y pide privacidad en este momento difícil".
"La comunidad está en shock por la tragedia. Muchos están reunidos en el río, esperando noticias sobre el paradero de Jaziel".
"La policía ha lanzado una investigación para determinar las causas del accidente. Se cree que el vidrio roto en el puente puede haber sido el causante de la caída de Jaziel".
Las amigas de Julianne y sus hijos escucharon la noticia con rostros pálidos. Los niños comenzaron a llorar de tristeza y abrazaron a sus madres.
"¡No! ¡No! ¡Esto no puede estar pasando!", gritó una de las amigas, desesperada.
Estábamos sentadas en la sala de espera, esperando noticias sobre Julianne y su esposo. La televisión estaba encendida, y los periodistas estaban hablando sobre la tragedia que había ocurrido en el río.
"Tragedia en el río: el hijo de Julianne, Jaziel, cae al agua y desaparece. Las autoridades siguen buscando su cuerpo, pero hasta ahora no han encontrado nada. Se teme lo peor".
Me sentí como si me hubieran golpeado en el estómago. No podía creer lo que estaba escuchando. Julianne, mi amiga de la universidad, había perdido a su hijo. Me imaginé cómo se sentiría, y me sentí impotente.
Miré a mis amigas, y vi que estaban llorando. Los niños también estaban llorando, y se abrazaban a sus madres. La sala de espera estaba llena de tristeza y desesperación.
De repente, una enfermera salió de la habitación de Julianne. "¿Quiénes son las amigas de Julianne?", preguntó.
Nos levantamos, y la enfermera nos miró con tristeza. "Julianne está despertando. Pueden entrar a verla, pero tenga cuidado, está muy débil".
Entramos a la habitación de Julianne, y la vimos acostada en la cama. Estaba pálida y débil, pero nos sonrió cuando nos vio. "¿Dónde está Jaziel?", preguntó, con una voz débil.
No supimos qué decirle. No queríamos decirle la verdad, pero tampoco queríamos mentirle. Así que solo la abrazamos, y le dijimos que la amábamos.
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Hollywood Apocalypse
De TodoSoy Jaziel Caim Paimon, y recuerdo ese día como si fuera ayer, el año 2028, cuando mi mundo se derrumbó. Vi morir a mi familia, a mis seres queridos, en medio de la guerra que azotaba el planeta. La extraña energía que apareció en 2026 había desenca...