4. capitulo

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Killian Dávila.

El humo que enroscaba de mi puro perezosamente en el aire mientras que revisaba unos documentos en mi despacho me hacía aliviar. La noche estaba en el punto mas silencioso, y la única luz que iluminaba la habitación era la de la lampara sobre mi escritorio, proyectando sombras alargadas sobre las paredes. Jimmy había mandado a mis hombres a realizar la inspección de rutina por fuera de la mansión mientras el hacia la de adentro, disfrutaba estos ratos de soledad, lejos del caos que agobiaba mi vida. Los papeles rodeaban mi escritorio, el ambiente se sentía pesado a pesar de la tranquilidad que había en el momento. Una llamada entrante en mi teléfono de trabajo me hace dejar todo para prestarle atención al numero no registrado que no esta dispuesto a esperar hasta mañana. Lo tomo contestando la llamada cuando veo que no se darán por vencidos.

LLAMADA ENTRANTE:

—Tengo que admitir que tienes una mujer maravillosamente inteligente Güero—dice la voz que no logro reconocer—. Y no, no hablo de la prostituta con la que te acuestas—ríe y tengo que admitir que por un minuto dejo de respirar mentalizándome que es mentira todo lo que dice.

—¿¡Quien diablos eres?!—digo entre dientes, miro el número de nuevo pero el localizador no logra ver de dónde proviene la llamada haciéndome enojar más.

—Vamos a ver si te refresco la memoria... España... lado sur.

Bingo.

Morrais —murmuro.

—¡Vaya con razón Monarca y tu eran tan linda pareja, ambos son muy inteligentes!

—¿De que hablas imbécil?

Jamás tuviste que subestimarnos Güero, un paquete llegara a tu casa en... ahora—el timbre suena—. No preguntes como conseguí la dirección, tranquilo, no pondré una bomba en ella, no resuelvo los problemas así.

Salgo de mi despacho caminando escaleras abajo para ir a abrir la puerta, uno de mis hombres me entrega el paquete, le cierro la puerta en la cara y subo rápidamente de nuevo a mi oficina. Reviso curioso es paquete atento a cualquier raro movimiento cuando veo que no hay nada malo, lo abro, una pulsera, frunzo el ceño pero se me olvida como respirar cuando caigo en cuenta.

No es cualquiera pulsera, es LA PULSERA...

Flashback

Sonrío al verla y llego a donde esta, la beso dándome el gusto de hacerlo mas del tiempo debido.

—Estás hermosa.

—Tú no estás nada mal...

—Nena, me veo genial.

Ríe cuando me ve sacar el cofre de mi saco abriéndolo frente a ella, abre su boca emocionada y puedo ver el brillo es sus ojos, busco en los míos una explicación

—Es solo un obsequio, no es nada...

—Killian, tuvo que haberte costado una fortuna.

—No mido la cantidad de dinero que gasto cuando se trata de ti y de todo lo que quiero darte—la miro de pies a cabeza—. A parte queda bien con tu vestido.

Saco del cofre la hermosa pulsera Love de Cartier colocándola sobre su muñeca, se le ve hermosa y digna de ella, la compré específicamente para este momento, supe que fue hecha para que ella la portara cuando me contaron su historia, cuenta la leyenda que la pulsera fue creada en Nueva York en los años 70 con el fin de ser un símbolo del amor de espíritu libre. Contiene tornillos que solo pueden ser abiertos o cerrados con el destornillador que trae la pieza siendo así duradera, muchas personas iban a un lugar especial para ellos a lanzar la pieza demostrando así su amor, para siempre.

Killian |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora