9. capitulo

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Killian Dávila.

Cuando me levanto a primera hora lo primero que hago es darme un ducha y hacer mis necesidades, para cuando salgo me coloco lo primero que encuentro en el vestidor ya que no pienso trabajar hoy.

Que horrible la noche de ayer... pienso

No dormí bien, seguramente tuve pesadillas y no paré de moverte por la cama toda la noche. Para cuando estoy listo salgo caminando escaleras abajo siendo la mujer de aquella vez haciendo el desayuno, al verme de sonroja pero hoy no ando para hacerla pasar vergüenza diciéndole que no causa nada en mi.

—Buenos días señor.

—¿Donde está Judith?—ignoró su saludo—. ¿Cómo diablos te llamas?

—Salió hace una media hora a comprar algunas cosas que hacían falta para el almuerzo y me llamo Ceci.

—Cuando regrese quiero que desaparezca de mi vista—me mira enojada—. Sírvenos el desayuno a mi esposa, mi hijo y a mi.

Termina de ponerse roja pero de la rabia y yo salgo de la cocina con una sonrisa en la boda, fue una carta que tuve que jugar y lo hice, lástima por ella. No puede creer que tiene algún derecho de hacer o deshacer a su antojo en esta casa cuando no es así, aquí mando yo y aunque ella quiera estar en mi cama, no lo estará.

Saco mi teléfono de mi bolsillo cuando veo que no para de vibrar, tengo más de 20 llamadas perdidas de Libia y entra otra cuando veo todos los mensajes, algo al jardín separándome un poco de la mesa para contesta.

Llamada entrante.

¿¡Por qué no me respondías las malditas llamadas Killian?!

—¡Joder Libia, te he explicado un millón de veces que solo cogemos!—digo—. ¡Deja la psicopatía!

—He ido a tu casa y no me han dado acceso para entrar, te llamo y no respondes, ya no nos vemos ¿hice algo que no te gustara?

—No es eso Libia, he estado muy ocupado.

Si supiera en que se volvería loca.

—Ky—susurra con dramatismo, me volteo viendo cómo Monarca sale al jardín tomando la mano de Dominick, me hace seña que se sentarán en el comedor que tengo acá afuera y asiento, los veo charla un poco y aunque intente escuchar la conversación de Libia no puedo—. Por eso quiero que sepas que estás siempre en mi mente... ¿Killian? Alo.. ¿sigues ahí?

—Si, aquí estoy—respondo sin dejar de mirar a las dos personas frente a mi, la tal Ceci les coloca el desayuno en la mesa viendo a Monarca con envidio lo que ella no deja pasar por alto, Ceci se va y ellos me esperan para comenzar a comer—. Debo irme Libia.

Cuelgo y camino hacia la mesa, al estar frente a ellos ambos me miran, tomo asiento.

—Buenos días—murmura Monarca.

—¡Buenos días, papá!—saluda Dominick con energía desde temprano.

Aún no me acostumbro a esa palabra.

—Buenos días—digo solo para la madre y miro a niño atento—. ¿Cómo dormiste?

—Dormí como un bebé—la mujer frente a mi lo mira como si fuese lo más preciado en esta tierra y la entiendo por un momento.

—Todavía eres un bebé—contraataca.

—De edad porque de aquí—señala su cerebro y yo miro todos sus gestos, movimientos y palabras—. Te sorprendo cada vez que tengo la oportunidad madre.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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Killian |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora