5. capitulo

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Killian Dávila.

Al pisar tierras españolas lo primero que hacemos es tratar de ser lo más cautelosos posibles para que no sepan que llegamos, Morrais tiene hombres es todas partes y puedo jurar que aunque intento ser cuidadoso ya sabe que estoy aquí. Nos instalamos en la casa que tengo aquí y he de admitir que tengo muchísimo tiempo sin venir acá, algunos malos recuerdos me invaden la mente como boomerang.

Flashbacks

Tambaleó tratando de subir las escaleras pero logro tomarme del barandal antes de caer al piso, un hipo sale de mi boca ya que los tragos demás no me sentaron bien al parecer, trato de pensar cómo subiré pero nada llega a mi mente, a duras penas y puedo mantenerme de pie.

—Por lo menos estás vivo.

Esa horrible voz yo la conozco, más de lo que me gustaría.

Busco al dueño de ella y muevo mis ojos por todo el living hasta que veo a Jimmy en el primer escalón del lado de arriba de las escaleras.

—¡Tú voz me exaspera!—dramatizo.

—¿Cómo lograste escaparte de tus escoltas Killian? Se supone que ahora tengo que estar pegado a ti como una garrapata para que no cometas una locura.

—Respondiendo a tu pregunta, te recuerdo que soy Killian Dávila—murmuro para tapar mi boca cuando un hipo intenta salir—. Y segundo, te despediría el día en que te tocara estar pegado a mi las 24 horas del día.

—¿Donde estabas?

—No tengo porque darte explicaciones.

—¡Soy tú jodido guardaespaldas Killian! ¡Por supuesto que debes darme explicaciones, estoy cuidado tú maldito trasero!—baja las escaleras hasta estar frente a mi, coloca su dedo en mi pecho—. Apestas a Alcohol, joder.

—Metete en tus asuntos y deja los míos en paz.

—¿¡Que mierdas hizo esa mujer contigo?!

Error.

Mi mano se eleva automáticamente y quiero culpar al alcohol pero sería mentira decir que no quería hacerlo, nadie tiene derecho a hablar mal de ella, que me haya abandonado no le da derecho a nadie de contradecir mis órdenes que fueron muy claras a la hora de que ella saliera por aquella puerta.

—Recuerdo haberles dicho que aquí no se hablaba de ella—le recuerdo cuando el golpe llega a su mejilla haciéndolo gruñir.

Este levanta su brazo dándome un golpe que me hace romper el labio haciendo que el sabor metálico llene mi boca.

—¡Nos prohíbes a nosotros hablar de ella y tú te estás muriendo de la forma más lenta posible luego de que te dejo idiota!—otro golpe pero este me da en el abdomen haciéndome doblar—. ¡Hijo de puta!

—¡Es mi mujer y yo tú jefe, si te doy una puta orden, la cumples!

Le respondo para darle un empujón que lo hace tropezar con la mesa de entrada del living haciendo que esta se parta cuando esté cae sobre ella, me le subo arriba dándole con toda mis fuerzas, desquitándome con el, no mido ni mis palabras, ni mi fuerzas, mucho menos mis golpes, donde caen ahí se quedan.

—¡Sácate el maldito nombre de mi mujer de tu boca!

—¡Ya no es tu mujer, entiéndelo! ¡Te dejo Killian, reacciona!

Logra tomar impulso haciéndome caer al lado de él para ser ahora Jimmy el que está sobre mí golpeándome como un saco de boxeo.

—¿Por que simplemente no puedes dejarlo ir?

Killian |+18| (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora