Mi vela.

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Tú eras mi vela en un mundo de obscuridad.

Comencé a quererte y ahora dependo de si te quedas o te vas.

Aún tengo cada uno de tus insultos dándome vueltas en la cabeza.

¿En dónde está el niño que prometió nunca herirme?

¿En dónde quedaste y por qué siento que lo nuestro fue un instante?

¿Por qué me quedé si sabía que ibas a aniquilarme?

Desearía que fuera un sueño, despertar y volver atrás.

Tenerte a mi lado, amándome, haciéndome sentir como en casa.

Pero sé que si decido quedarme para arreglar lo nuestro, solo va a empeorar.

Porque aunque no quiera aceptarlo, tu presencia me hace daño.

Y me daña más ver cómo la eliges a ella por encima de mí, dime si la amas más de lo que me amas a mí.

Me siento tan patética, creyendo todo lo que decías que sentías por mí, porque en el instante en el que te fuiste, te marchaste con ella, mientras yo me preguntaba qué me faltaba para ser yo, tu mujer indicada.

MagariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora