Tu amiga.

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Amigos, siempre fuimos amigos.

Eso le dijimos a todos, pero tú y yo sabemos que no éramos solo eso.

Solías llamarme todas las noches hasta conciliar el sueño.

Teníamos tantos apodos, recuerdo llamarte "cariño". Tú me llamabas "mi vida", ¿tú crees que eso era de amigos?

¿Besarnos sin querer detenernos, lo era?

¿Entregarnos esa noche fue para demostrar nuestro cariño como "amigos"?

Nunca lo fuimos y nunca lo seremos.

Porque a un amigo no lo amo con locura.

A un amigo no le texteo todos los días.

A un amigo no lo extraño, ni lo deseo.

Sígueles mintiendo cada vez que te pregunten por mí.

Miénteles diciendo que fui tu amiga, niégame cuántas veces quieras, niega tu querer.

Pero todas esas veces deseo que recuerdes que eras tú el que me pedía salir cada viernes.

Fuiste tú el que deseó que tu madre y yo nos conociéramos, porque casualmente su nombre y el mío coincidían y eso te parecía tan divertido.

Te condenaste a no poder olvidarme y sé que tratarás de buscarme en otra mujer.

Pero no vas a encontrar a alguien que te ame como yo te ame.

Alguien que sea tu cómplice en cada rincón de tu habitación.

Niégame, niega lo que tuvimos hasta que creas que lo nuestro no fue realidad.

Espero en tus sueños estar.

Espero que cuando entres a tu habitación, recuerdes lo que me hacías mientras me pedías que guardara silencio.

Diles que tu amiga te hacía sentir tantas cosas, y temías enamorarte porque nunca antes lo habías hecho.

MagariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora