Magari

Fuiste temporal.

Como todo en la vida, fuiste temporal.

Llegaste un día que no te esperaba y de la misma forma te fuiste.

Tú lo decidiste. Nunca lo entendí, solías decir amarme y fuiste quien me dejó vacía, sin ganas de volver a amar.

Fuiste tú quien con promesas de mentiras me vendió y como necia no te soltaba porque creía que eras real.

Que lo nuestro fue real, no debería culparme, pero lo estoy haciendo y te culpo por eso.

Esto no se trata de quién es más culpable que el otro, pero si ponemos todo en una balanza, veremos quién ha sido más injusto con el otro.

Cometí mil errores, errores que son de humano, errores que se pueden enmendar, pero tus errores fueron más intensos.

Cada error era como una bala perdida para ti que impactaba en mí.

No sé si estabas ciego, pero cada uno de tus errores terminaba dañándome; cada traición, falta de comunicación, cada rechazo.

Estoy en constante ansiedad que no me permite avanzar, deja que me vaya y encuentre a alguien que ame de la forma en la que yo amo, déjame ser feliz.

Si ya te fuiste márchate de la forma correcta, ya no revises mis cuentas, no quiero más indirectas.

Porque con eso mantienes a mi corazón esperanzado de que volverás y esta vez sí cambiarás.

Ya no te quiero más, vete y no vuelvas, vete y no mantengas las cenizas de lo que fue nuestro amor.

Rompamos el ciclo de ir y venir.

No merezco ser una opción, porque para mí lo eres todo.

No merezco ser un secreto, porque cuando amo, lo gritó los cuatro vientos.

Ya sé que no me mereces y no te merezco.

Y no quiero seguir perdiendo mi tiempo tratando de arreglar algo que no tiene arreglo.

Hoy soy yo la que decide irse de la misma forma a la que llegué a tu vida de una forma repentina.

Hoy soy yo la que rompe el ciclo, la que perdona, toma sus cosas y se marcha.