One shots Levi Ackerman

Tu fantasma

⚠️consideró prudente advertir que en esta historia se tocan temas delicados como el suicido, la violencia, la depresión y el duelo, si eres sensible a estos temas por favor no continúes leyendo⚠️

Hola amigos, después de casi seis meses de Hiatus he regresado con este one shot bien fantasioso, sinceramente escribo mucho sobre temas así, estoy probando la recepción, dejen sus comentarios pofavo porque me ayudan con la retroalimentación, ahora si los dejo, tomen agüita y perdonen lo largo.

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Esa mañana prometía ser tan normal como todas en la preparatoria de élite Shinganshina, nada estaba fuera de su lugar excepto tal vez aquella chica que abrazaba un libro raído como si su vida dependiera de ello, caminaba con la mirada fija en el suelo ignorando todo a su alrededor, subió uno, dos,tres pisos hasta llegar a la abandonada sala de música, entró en silencio y cuando por fin estuvo segura de estar sola se dejó caer en la banca del piano.

—¡Qué alivió! Por fin sola, creí que me obligarían a hacer fila en la cafetería por ellos otra vez.

Yennevie abrió el libro sobre aquel piano de cola y comenzó a buscar desesperadamente una hoja que había marcado antes.

—¡Ajá, sabía que leí bien! Página 187 ¿cómo hablar con los que ya no están con nosotros?

Leyó al menos cinco veces las instrucciones antes de sacar de su mochila un espejo de mano, una vela blanca, un incienso que había comprado en la tienda china de su vecindario y un cúter pequeño que solía llevar con ella, respiró varias veces antes de colocar el espejo sobre el piano, luego encendió la vela y con ella el incienso,  espero algunos segundos hasta que pudo dibujar con el humo de aquella varita los símbolos del libro, estaba nerviosa, pero más que eso ansiosa, cuando terminó de dibujar dejó el incienso sobre su mochila y mientras veía su reflejo se cortó la palma de la mano dejando que la sangre cayera entre la parafina de la vela.

—"A todos los espíritus...pero sobre todo al de mi padre...abro esta puerta entre los mundos para que...para que puedan comunicarse, vengan a mi las almas que necesiten...hablar"

La llama comenzó a crecer y luego súbitamente se apagó, pero fue lo único que ocurrió, no hubo nada, ni un ruido, ni una sombra, nada de lo que el libro dijo que pasaría.

—Sabía que esto era una tontería...

Su voz se quebró mientras derramaba lágrimas causadas por el dolor y la desesperación, ya no tenía más recursos ni esperanzas, eso había sido todo, entonces con la mirada vacía vio el cúter en su mano, se puso de pie alejándose un poco del piano y estiró la muñeca, de cualquier modo nadie la notaba en la escuela, sus compañeros la tenían como sirviente de la clase y los profesores preferían ignorar a la "alumna de caridad" para no meterse en problemas con los padres adinerados.

La filosa hoja ya estaba posada sobre su piel trigueña cuando las teclas del piano comenzaron a resonar por toda la habitación, Yennevie pensó que un profesor o un alumno habían entrado pero su rostro palideció al ver que el lugar estaba completamente vacío.

—Tch, que mocosa más ruidosa y dramática...

La voz de un hombre llegó a los oídos de la chica, pero ¿cómo? Si la habitación estaba completamente vacía, si ella...a no ser...pero no, esa no era la voz de su padre, la recordaba bien.

—Mira que intentar invocar a un muerto, como si eso fuese posible, pero es valiente, no ha salido huyendo, aunque quizá esté en shock.

La voz resonó de nuevo, y ella estuvo completamente convencida de que esto no lo estaba imaginado.