MIA
Nos encontramos apoyados en la barra del bar esperando nuestro turno para pedir. Dado a que no había planificado salir directamente desde el trabajo tenia un look de lo mas normal. Iba con una camiseta básica negra de tirantes, sin sujetador y unos leggins ajustados del mismo color. Menos mal que Alvaro me había traído a un bar normal por que es que encima iba en chanclas. Mi pelo estaba sucio, por lo que lo llevaba recogido en un moño. Así para que la grasa no se notara tanto.
Alvaro se veía resplandeciente con una camisa blanca y unos vaqueros claros. Casual pero arreglado. De verdad, que no podía creerme que fuera así a la universidad. Que incomodo.
Esa noche, no pegábamos nada, ni en estilo ni en personalidad. El estaba tranquilo y yo estaba hecha un manojo de nervios. Cambiaba mis manos de posición todo el rato, por que no sabía que hacer con ellas. Y por mucho que intentara mantenerme quieta en un lugar, no paraba de danzar con los pies. Ya me podía concentrar si no quería tirar la cerveza por el suelo, tal y como hice la última vez.
Alvaro me ofreció que fuera a buscar sitio para sentarnos mientras el pedía. Acepte ya que eso me daría unos minutos para relajarme.
Me coloque en un sofá del final de la sala, el cual nos daría privacidad. Tenía forma media luna, me acomodé contra la pared, creando el mayor espacio libre posible. Seguía estando tan nerviosa, en serio, que narices me estaba pasando? Ni que estuviéramos de cita.
ALVARO
Gracias a Estela había conseguido una cita con Mia . De esta no se escapaba. Estábamos en el lugar perfecto, sin distracciones ni terceras personas, para mantener una conversación y conocernos mejor.
Alcancé la mesa en la que Mia me estaba esperando. El hecho de que hubiera escogido ese lugar para nosotros, me resultó interesante. Sonreí al verla.
- Amaretto Sour en serio ? - Exclamo entusiasmada.
- Si, que sería si no?. Es tu bebida favorita. - Comente orgulloso de haber recordado lo que Alex me había revelado.
Probo el cocktail y emitió un "mmm" de su boca. Se la veía tan complacida en ese momento.
- Dime una cosa - Hablo a la vez que movía el dedo por el contorno del vaso. - Si tu también estas bebiendo, como piensas llegar a casa luego? - Esbozo una sonrisa pícara.
- Esta noche dormiré en el ático que queda aquí cerca. - Afirme seguro de mi mismo, a pesar de que tenía el coche en el parking de la universidad, no pensaba ser un irresponsable - No pienso conducir ebrio si es lo que estas pensando.
- Por que no ? - Me desafio. Sus ojos miel se iluminaron como si verdaderamente deseara conducir mi coche.
- Por que no soy un yonqui de la adrenalina como tú. - Conteste dejándola con la boca abierta. Utilizando las mismas palabras que ella, anteriormente había usado para describirse a si misma.
Esa frase, consiguió romper el hielo entre nosotros. A partir de ese momento, la conversación fluyo por si sola. Compartí que la villa en la que estuvimos la ultima vez, normalmente estaba alquilada. Ella me confeso que me encontró por que seguía teniendo la dirección ahí. La explique el por que. Cuando le conté que mi madre había fallecido vi el dolor en sus ojos. Temí haber abierto una herida del pasado.
- Lo siento mucho - Susurro agarrando mi mano que estaba encima de la mesa.
- Eso es algo, que paso hace tiempo, lo he aceptado. - Verbalicé emitiendo un suspiro - He aceptado que voy a tener que vivir mi vida sin ella. - Mi voz se volvió melancólica.
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El reto de amar
RomanceMia es una chica alocada, conocida por su espíritu libre y su desprecio por el amor. Con un carisma inigualable, siempre consigue a cualquier hombre que se propone. Alvaro, es todo lo contrario. Enigmático, reservado y de apariencia imponente. Su ca...