Javiera.
Estoy con mi hermano ordenando nuestras maletas para ir a Argentina.
–¿Por que queri que te acompañe?
–Porque eri mi hermanita —me sonrió.
–¿Y por cuanto nos vamos a quedar?
–3 días.
–¿Quienes van?
–El Jere y su equipo, tu y la Ara.
–Mmm...
–No se como nos vamos a dividir, eso lo vemos allá mejor.
–Ya.
–Deja de enojarte, si la vamos a pasar bien.
–No dije nada.
–Pero te conozco po.
–Ya anda a ordenar tu maleta mejor.
–Bueno.
El Cris se levanto de mi cama y se fue a su pieza.
No me ha dejado sola en todo el día.
[...]
Yo estaba acostada y hace un rato que no veía al Cris.
–Volví hermanita —dijo entrando a mi pieza.
–¿Ahora que paso?
–Andai con la wea vo —me empezó a hacer cosquillas.
–Sueltame —le dije riéndome.
–Te falta pico yo creo —hizo una pausa—. Un pololo.
–Si hermanito.
–¿Por qué no pololeai?
–Me espatai a todos po weon.
–Al próximo te prometo que no.
–Mmm, voy a hacer que te creo.
–Es que eri mi hermanita po.
–Ni un amigo te presentai.
–Si los cachai a todos.
–A ese tal Jeremías con el que vamos a Argentina no.
–Escuchai hasta las canciones y no lo cachai.
–¿Cuales?