Javiera.
–Yapo no te enoji.
Yo no lo pesque y me acosté en mi cama.
–Mi amor —se acostó a mi lado poniendo su mano en mi poto.
–Ahora po.
–Se me salio —se rió y me pego a el—. Perdóname.
–Yo no te digo Jeremías todo seco —lo mire.
Estábamos haciéndonos cosquillas hasta que me dijo "basta Javiera" y yo me enoje.
–Si mi amor, perdón.
–Mmm...
El me tomo de la cintura y me besó, yo igual se lo seguí un rato.
–Quedaste con los labios con brillito —me reí al separarme de el.
–Sacamelo.
–Esperame.
Fui a buscar confort para sacarle el brillo de los labios y después volví.
–Listo —le saque todo lo de los labios.
–Dame otro besito.
Yo ya no tenía nada en los labios asi que nos dimos un beso.
–Ya, vamos —fui a botar el confort.
El me agarro de la mano y bajamos juntos.
–¿Todavía no llegan? —le pregunté a mi mamá.
–No, deben estar por llegar.
–¿Hay que comprar algo tía?
–Una bebida —nos pasó plata.
–No suegrita, yo pago —le dijo el Jere.
–Volvemos altiro —le dije a mi mamá y salimos.
Con el Jere caminamos de la mano hasta el negocio, no estaba tan lejos.
–¿Que bebida? —le pregunté al Jere cuando entramos.
–Coca‐cola y Sprite puede ser.
–Bueno.
Fuimos a las maquinas y el Jere saco 2 botellas de Coca-cola y 1 de Sprite, el pago y después caminamos de vuelta a la casa yo llevaba la Sprite y el Jere las otras 2 bebidas.
Paso un amigo que no veía hace mucho tiempo y ambos nos miramos.
–Javii —dijo el—. Hace caleta no te veía —me saludo con un beso en la mejilla.
–Sii ¿y tu que haces acá?
–Vine a ver a mi abuela.
–Ahh buena, ¿cómo está?