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Javiera

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Javiera.

Me desperté y no sentí al Jere a mi lado, cuando ya estuve más despierta escuche el sonido de la ducha, hice la cama y después me volví a acostar pero sin desarmarla.

Por mientras yo me puse a ver tik tok mientras lo esperaba, luego de varios minutos el Jere entró a la pieza vestido y con el pelito mojado.

–Hola princesa —se acercó a darme un beso—. ¿Cómo dormiste?

–Bien ¿y tú?

–Bien, ¿tomamos desayuno altiro?

–Secate el pelo primero.

–Me da flojera.

–Yo te lo seco.

–En el último cajón hay secador.

Yo lo fui a buscar, lo enchufe y después me senté en sus piernas.

–¿Nunca te secai el pelo? —encendi el secador.

–Cuando tengo mucho tiempo —puso sus manos en mi cintura.

–Igual no te demorai tanto.

Yo le seguí secando el pelo al Jere, una vez le seque la parte de adelante el puso su cabeza en mi cuello y me empezó a dar besos ahí mientras yo le secaba la parte de atrás.

En unos 5 minutos ya había terminado, el Jere se arreglo el pelo con sus manos y yo deje el secador en el velador.

–Ma lindo.

El me agarro de las mejillas y me empezó a dar varios besos mientras yo me reía y le daba algunos besos también.

–Yapoo —me reí—. Tengo hambre —el paro de darme besos y sonrió.

–Comete esta —me dio el último beso y después salió corriendo a la cocina mientras se reía.

Me quedé unos segundos en la cama riéndome de la situación y después salí de la pieza.

–Que ordinario Jeremías Tobar —puse mis manos en mi cintura.

–Si era broma princesita —se rió—. Aun que igual si quiere no —me miro coqueto y los 2 nos reímos.

–Ya cochino, haceme desayuno, porfavoor —lo abracé.

–A mi se me quema hasta el huevo po princesa.

–Porfavor.

–Ya —yo sonreí y el di 3 piquitos—. ¿Te gusta el pan con palta?, es lo único que me sale bien.

–Sip.

El Jere empezó a sacar lo que iba a necesitar y yo me senté en la isla de la cocina a verlo.

Le saque unas fotos y grabe un video mientras molía la palta.

–Que lindo tener a Jere Klein haciéndome desayuno.

–Lo que hago por ti nomas —yo sonreí—. Puta la wea —se le escapo un trozo de palta y se cayó.

Yo me empecé a reír y corte el video para ayudarlo.

–Mal ahí chef Jere Klein —recogí el pedacito y lo voté.

–Teni que quererme igual —le echo sal a la palta.

–¿Vas a hacer algo en la tarde? —me volví a sentar.

–¿Me queri invitar a una cita? —me miro.

–Era por si querías ir a almorzar a mi casa y pasamos la tarde allá.

–Yapo —saco las tazas—. ¿Estará el Cris?

–La verdad no se —hice una pausa—. No se si se habrá quedado a dormir con la Aracely ayer.

–Yo creo que si, pero si está ¿hablamos con el? ¿O tu quieres otra cosa? —se sentó a mi lado con las tazas de té.

–Altiro nomas.

–Bueno.

[...]

Llegamos a mi casa, la única que sabía que veníamos era mi mamá, estaba nerviosa porque ya sabía que el Cris estaba en la casa.

–No te pongai nerviosa, va a salir todo bien —el Jere me dio un beso antes de entrar a la casa.

Al entrar justo tuvimos la mala cuea de que el Cris estaba acá abajo jugando con el Miri, su perro.

–No se cansa nunca el guaton —se rió.

También estaba la Aracely, mi salvadora, con ella solo nos miramos y sonrió.

–Hola Javi —ella se levantó a saludarnos a mi y al Jere.

–Hola Cris —me acerqué a saludar a mi hermano.

–Hola Javi, ¿y ustedes por que llegaron juntos? —nos miro confundido.

–Te la voy a hacer corta mejor mi sangre —hablo el Jere—. Me gusta la Javi y nos estamos conociendo.

Se paso de directo este weon, yo mire a la Ara y ella solto una risita la cual no pude soltar yo también porque estaba nerviosa.

–¿En serio?

–Si, yo te hubiera dicho antes pero la Javi tenia miedo de tu reacción y no quería cagar los proyectos que tenemos tu y yo.

Yo ya me estaba mordiendo los labios de los nervios.

–Javi no te pongai nerviosa, no le voy a pegar si este weon es mi hermano —sonrió al verme—. Estén juntos nomas po, pero con cuidado de hacerla sufrir que ahí si que te saco la chucha —lo miro serio.

–Gracias hermanito, te adoro —lo abracé feliz.

–Yo igual —me abrazó unos segundos y después me alejo—. Ya mucho, abraza a tu pololo mejor.

Yo mire a la escalera y ahí vi a mi mamá, la Noe y el Tobal viendo todo el drama.

–Viste que no era tan difícil —me dijo mi mamá con la Noe en brazos.

–¿Me estai weando que hasta la mamá sabía? —el Cris me miro serio.

–Era sin enojarse po —le saque la lengua.

–Yo igual me había dado cuenta —dijo la Aracely.

–Por eso ayer nos llego el mismo mensaje de los 2 —dijo el Cris analizando.

–¿Y a ti te molesta Tobal? —le pregunto el Jere.

–Ni un drama compañero, hazla feliz noma.

–Ya chiquillos, ¿almorzamos?

–Yo y la Ara te ayudamos, no le digan weas al Jere —mire a mis 2 hermanos.

–Como podi pensar eso de mi —dijo el Tobal riéndose.

Lo más seguro era que ahora me iban a pelar, pero eso era lo de menos porque todo salio bien.

Contigo - 𝐽𝑒𝑟𝑒 𝑘𝑙𝑒𝑖𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora