Javiera.
Hoy ya es el cumpleaños de la Noe, en el patio habían algunos juegos y estamos esperando a algunos invitados.
–¿De que me perdí? —me pregunto el Tobal.
–No hay mucha novedad —me levante de hombros.
–¿Quien falta?
–El Jere y la tía Katy —le respondió el Cris.
–Voy a ver a la Noe —dije yo.
Ella estaba jugando en una piscina con pelotas y yo me senté a su lado.
–¿Cómo la estas pasando?
–Bieen —dijo ella feliz.
Me concentre en jugar un poco con ella hasta que escuché la voz del Jere.
–Hola bellas —se sentó a mi lado—. ¿Cómo está la cumpleañera?
La Noe se salio de la piscina y abrazo al Jere.
–Te extrañé —le dijo la Noe.
Ni idea de como se apego tanto a el en poco tiempo.
–Mira —el Jere le paso un ramito de flores y un regalo.
–Que lindoo —ella lo abrazó de nuevo.
–¿Vamos a mostrárselo a la mamá?
–Quiero jugar con la Coni —dijo ella.
–Tu juega y el regalo lo voy a dejar allá.
–Gracias hermana —me dio un beso en la mejilla y volvió a la piscina.
–¿Me acompañai? —le pregunté al Jere.
–Vamo princesa.
Los 2 nos levantamos y fuimos donde estaba mi mamá.
–Hola tía —el Jere la saludo con un beso en la mejilla.
–Hola Jeresito —ella sonrió—. ¿Y eso? —mi mamá me miro.
–El Jere se lo trajo a la Noe.
–Que lindo, gracias por venir.
–No se preocupe.
–Por ahí hay cosas para comer por si quieren.
–Ya.
Justo llego mi tía.
–Hola mi niña —me abrazó.
–Hola —le sonreí.
–¿Y el es tu pololo? —me pregunto mirando al Jere.
–No, es amigo del Cris.
–Ahh ya... Hola —se saludaron los 2 y se puso a conversar con mi mamá.