9 | Segundo Mes - Una Invitación A Aceptar - Primera Parte

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El punto de vista de Héctor

Me siento a los pies de mi cama, con la espalda apoyada en el colchón, mirando al vacío frente a mí. La habitación está en silencio y la suave luz que proviene de la lámpara de noche proyecta delicadas sombras en las paredes.

Frente a mí hay un espejo y, debajo, un mueble de madera tallada, adornado con un libro y un lápiz cuidadosamente colocados.

Me acerco para agarrar el libro y el lápiz. El libro es una colección de citas en español de autores importantes, incluido Pablo Neruda, mi escritor favorito.

Su poesía tuvo un profundo impacto en mí, atravesó mi corazón de manera positiva y transformó por completo mi forma de pensar y percibir el mundo.

Las palabras de Neruda son como una melodía que resuena en mi alma, ofreciéndome una nueva e intensa perspectiva sobre la vida y el amor.

Empiezo a leer las citas, subrayando con un lápiz las frases que más me llaman la atención.

Me centro particularmente en una cita: "Eres como la noche, callada y constelada. Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo".

Las palabras parecen bailar en las páginas y quedo cautivado por su belleza. Las letras se deslizan lentamente bajo mi mirada, evocando imágenes de estrellas y silencios nocturnos, como si Neruda hubiera descrito perfectamente lo que siento dentro de mí.

Suspiro y cierro el libro con delicadeza, reflexionando sobre lo que me inspiró. ¿Por qué mi mente sigue pensando constantemente en Martina? Se ve tan delicada, como un hilo dorado que brilla a la luz.

Sus labios son increíblemente hermosos y el deseo de saborearlos se ha convertido en un pensamiento persistente, más fuerte que cualquier otra cosa. Pero hay una realidad que no puedo ignorar: Martina es la novia de Pablo. Este pensamiento me devuelve a la realidad, recordándome que necesito sacarme de la cabeza esta atracción inapropiada.

Suspiro de nuevo, mirando al espacio en busca de distracción. Mi mente va mucho más allá del deseo de tenerla entre mis brazos; Incluso me gustaría cuidar de su hijo, si tan solo pudiera ofrecerle una vida feliz y pacífica.

Pablo, en mi opinión, no es su tipo en absoluto; ella definitivamente merece algo mejor. Decido actuar. Agarro el teléfono, que parece pesar más de lo habitual, y abro el chat con Martina.

Las palabras que quiero decirle abarrotan mi mente y la incertidumbre de cómo expresar mis sentimientos me detiene. Pero el deseo de comunicarme con ella es más fuerte que mi miedo.

Me preparo para escribir, sabiendo que cualquier cosa que escriba podría cambiarlo todo. Oye, sé que estás ocupado empacando cosas para el bebé y mi pregunta es demasiado indiscreta, pero ¿te gustaría ir al bar conmigo y charlar?

Hola Héctor, vale, tengo una hora disponible, me encantaría charlar con un amigo.Nos vemos hoy a las 4pm

Claro, nos vemos cerca de la Rambla.

Desplegado"Chatea con un amigo".

Esta frase me impactó profundamente, porque refleja una realidad que se me hace cada vez más clara. Solo somos amigos y no puedo culparla por el hecho de que esté esperando un hijo de mi mejor amiga, mientras que yo siento algo por ella.

La verdad es que me gusta Martina Torres, y esa toma de conciencia es tan dolorosa como inevitable.
La conciencia de este sentimiento es como una punzada que no puedo ignorar. Cada vez que la veo, cada vez que escucho su voz, mi corazón parece latir más rápido y me doy cuenta de que no puedo evitar pensar en ella. Pero no puedo ni quiero causar problemas.

Me parece correcto mantenerlo en secreto, celosamente guardado en lo más profundo de mi corazón.A pesar de mi atracción por Martina, decidí apoyar mi amistad con Pablo y respetar su vínculo.

Estaré ahí para ella durante su embarazo, ofreciéndole mi apoyo como un amigo sincero. Ésta es la única manera de estar cerca de ella sin cruzar líneas que nunca debería cruzar. Es una tarea difícil, pero estoy decidido a hacerlo.

La idea de estar ahí para Martina en este momento delicado y significativo me da una sensación de propósito. Mi amistad con Pablo es importante para mí y no dejaré que mis sentimientos personales influyan en nuestra relación.

Será difícil ver a Martina, todos los días, y saber que no puedo expresar lo que siento, pero creo que es la elección correcta.

Me concentro en ser una buena amiga, en hacer mi parte para asegurarme de que ella se sienta apoyada y amada, aunque sea solo como amiga. Ésta es mi decisión y la afrontaré con todo mi corazón.

Con el tiempo, estoy seguro de que aprenderé a manejar estos sentimientos y encontraré un equilibrio entre cómo me siento y lo que es correcto. Por ahora, estoy decidido a hacer todo lo posible para estar ahí para ella, como una amiga fiel y sincera.

¿Y Ahora? - Héctor Fort. (Versión Española)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora