Relato 1:
Tan enamorada estuvo de él. Años de lágrimas por no ser la chica a la que acompañaba cada día a casa. Sin embargo, llegó el día en el que le dio el primer beso y prometió que no le dejaría irse nunca jamás. Fueron de la mano a la universidad, al altar y con fuerza se agarraron mientras ella traía a su bebé al mundo. Parecía la más improvisada de las utopías hecha realidad, hasta que unos años después volvió a sujetar su mano con fuerza. Le confesó entre llantos que apareció la chica a la que tantas veces acompañó a casa, su amor verdadero, y que esta vez no se quedaría frente a su casa mientras miraba como se iba. Los años se redujeron a segundos, y sólo podía ver el recuerdo en el que la besabas a ella mientras buscabas la mirada de la otra. El corazón de ella se hizo cenizas que él mismo sopló para confirmar que no había posibilidad de recuperarle porque nunca fue suyo. Ella le gritó por hacerla creer que sería el punto final de su historia, y le llora porque sólo ella también puede entender ese amor, pues es el mismo que la engañó durante años, para que no viera que lo suyo era una mentira disfrazada de sonrisas y miradas frías. "Ve con ella, pronto" le dijo su mujer. "No la dejes escapar como yo no te dejé a ti en el segundo en el que me besaste por fin".
Relato 2:
Lágrimas de amor que derraman mentiras y caos, que reflejan todos los corazones rotos que ha dejado a su paso. Nunca creas el teatro del bufón por muy bueno que pueda ser su disfraz de príncipe.