Relato 1:
Cada día hay una persona que alcanza lo que tú siempre quisiste, y te preguntas por qué nunca eres tú. No importa el esfuerzo o lo rápido que corras, la carrera parece no tener fin y las fuerzas se quedan en cada kilómetro de desesperanza. Empiezas a frenar el ritmo, piensas en tirar la toalla a cada segundo, pero no paras de caminar por muy lento que vayas. En la grada hay fantasmas que se burlan por no alcanzar la meta, pero también están tus yo del pasado que te animan y aplauden el no dejar nunca de caminar. No pares, sigue el camino. A veces más lento, otras veces más rápido. Salta los obstáculos y rodea las críticas que pretenden arrodillarte en la arena. Continúa, no pares. Algún día todo será un recuerdo para tu yo del futuro que en la meta te aplaude porque tú sola lograste cambiar el destino.