MATURITY

022

Victtoria

¿Qué se supone que debería de hacer ahora? Mi vida estaba acabada, todo mi maldito esfuerzo se había ido a la mierda y me sentía muerta en vida.
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Si no me querías desde un principio, me hubieses dejado morir en mi soledad. Al menos allí estaría en paz y no con este nudo en la garganta.

El arreglarme y maquillarme jamás ha sido lo mío, eso debido a las múltiples críticas hacia mi apariencia física desde que tengo uso de razón.

Siempre que estoy a nada de maquillarme o de si quiera hacerme lindos peinados, pienso ¿por qué debería de esforzarme? Si aún así soy una puta asquerosa. Supongo que por eso solo termino aplicándome un poco de labial a mis pálidos labios para darles un poco de vida y eso es todo.

Hoy es diferente, no veía a Tom desde hace más de una semana y resulta que vendrá esta noche a una cena familiar organizado por mi mamá. Es una lástima que tenga que verlos juntos, pero me mantengo feliz por pensar que estará aquí.

Tampoco me ha respondido los mensajes y bueno, es me ha tenido un poco ansiosa y deprimida estos días, pero siempre trato de subirme el ánimo, diciéndome a mi misma que es por el trabajo y que no ha tenido tiempo de nada. A fin de cuenta, él me dijo que jamás me haría daño y yo

confío ciegamente en su palabra.

— ¿En serio es necesario que te arregles tanto por una cena familiar con tu padrastro? Mierda, hasta me resulta perturbador decirlo en voz alta.—

Esto de invitar a Daniel a mi casa por primera vez hace un par de días, me ha traído muchas consecuencias desde entonces. Lo primero, es que se ha tomado la confianza de aparecer cuando quiere y lo segundo, se ha convertido en el típico amigo que tu madre a escondidas te dice: "¿Y este no tiene casa?" Porque si, por poco y se queda a dormir en todas las veces que está presente.

Ahora mismo es el claro ejemplo de todo lo que digo. Le dije que tenia una cena familiar y aún no se ha marchado, sigue aquí mirando como me maquillo y peino

mi cabello, burlandose o incluso sacándome fotografías para presumirme en sus historias de instagram. Lo último es bastante lindo, a decir verdad.

— Por supuesto que si, hace mucho que no nos vemos y hoy debo deslumbrar.—
Terminé de ponerme un poco más de brillo labial en los labios y listo. Jamás me había sentido tan linda y segura de mi misma como hasta ahora.

Me giré para que el contrario me viera, notando como sus mejillas se ponian de un leve carmesí y desviaba la mirada a otro lado. ¿Es eso un sonrojo, Daniel Miller?

— ¿Opiniones?—
Este volvió la mirada hacia mi, tosiendo en falso y luego mirándome de pies a cabeza. Mantenía su ceja cortada alzada,

como si de un crítico profesional se tratase.

— Con un tatuaje en la pierna y un arete en la nariz, te varias hasta sexy. Por ahora solo te ves linda.—

Abrí mis labios en indignación, antes de tomar una almohada y darle un golpe en la cabeza, a lo que este soltó un quejido y se largo a reír a carcajadas.

— ¡Oye! Que es broma lo que te digo, muñeca. Sabes bien que te ves linda, no requieres mi opinión de tu apariencia.—

En mi vida había escuchado esa respuesta de algun hombre de mi edad, hasta me resultaba un poco extraña la sensación que me había dejado. No me desagradó, en realidad fue bastante lindo.