Tom
La única manera de seguir avanzando hacia adelante, sin la necesidad de sentir que algo nos lo impide, es dejar ese algo atrás. Así he vivido a lo largo de toda mi
vida.El algo de mi presente, tiene otro algo que no puedo dejar atrás, que me impide seguir avanzando y me está fastidiando. Debí suponer que ese algo, tenía demasiado de otras cosas que lo hacían aún más inolvidable.
Aprendi por las malas que las situaciones del pasado pueden llegar ser un verdadero dolor de cabeza, cuando se trata de dormir y revivir aquellos traumaticos momentos que tanto costaba olvidar.
Momentos que ni siquiera sé olvidan, se aprende a vivir con ellos, a sobrellevarlos, a soportar el dolor que nos deja y que nos marca para toda la vida. Al menos así me dijeron las miles de psicólogas que atendían mi caso, pero que a fin de cuentas, me trasladaban a otra para librarse de un caso perdido.
Un caso perdido como lo era yo.
Sus manos tocando mi cuerpo, su risa burlona, su cabello anaranjado a la vista de mis húmedos y picosos ojos. ¿Qué tanto podía pedirle a la vida, luego de que me dio la espalda y me dejó de esta manera? No merecía que le dirijera la palabra.
"Será mejor que hagas silencio." "Solo vamos a jugar un momento." "no seas exagerado."
Mi cabeza se removia en la almohada y mi respiración me estaba faltando. Estaba reviviendo ese momento, estaba dentro de esa habitación y me sentía atrapado en el maldito sueño.
"Quiero irme de aquí." "Déjame morir, Bill."
Mi hermano mirándome con desagrado, con asco por el pecado que me vio cometer en la habitación de aquella pequeña, mientras que a su lado, estaba la maldita silla del estrado y un juez juzgando mi muerte.
"CADENA PERPETÚA PARA EL MALDITO PEDERASTA"
Mis manos apretadas, mi cuerpo sudando y mi corazón latiendo a nada de salirse de mi pecho. Todos me miraban, todos se reían de mi, todos me golpeaban con vigorosas palabras.
"Culpable" "culpable" "culpable" "culpable"
Desperté de golpe sobre la cama de la menor, mientras que trataba de regular mi respiración y mis manos no dejaba de temblar por la ansiedad. Había sido una maldita pesadilla otra vez, una más a la gran lista que tenía desde hace años.
Miré a mi lado y afortunadamente la femina no estaba. Me sentía aliviado de que al menos no me haya visto despertar de esa manera y me haya ahorrado el maldito interrogatorio que aquello hubiese provocado, aunque ahora me causaba la curiosidad de donde se había metido.
Frote mis rostro con brusquedad antes de levantarme de la cama, poniéndome la ropa interior y saliendo en busca de la menor. No había ningún ruido cerca y tampoco se escuchaban voces, por lo que asimile que aún no habían llegado a casa.
-Vic.-
Dije en voz alta en medio del pasillo al salir de la habitación, no recibiendo respuesta alguna. Que raro...Me puse a buscar por gran parte de la casa, iniciando por su baño, por el baño del pasillo, por el armario de limpieza, por la planta de abajo, el patio trasero y nada. Solo me faltaba un solo lugar en donde buscar y con solo pensar que esté allí, me causaba escalofríos.
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MATURITY
Historical FictionLa historia es de txokxy0 todos los créditos y derechos serán para el "AUTOR ANÓNIMO Txokxy0"