Los meses de acoso y presión se habían acumulado como una nube oscura sobre las vidas de Seoyeon y Yooyeon. A pesar de los esfuerzos de la agencia, el apoyo de sus compañeras, y las sesiones con el psicólogo, el peso del odio y la crítica constante había dejado cicatrices profundas en ambas. Justo cuando parecía que las cosas comenzaban a calmarse, que el mundo empezaba a olvidarse de la controversia, un nuevo golpe devastador llegó de manera inesperada.
En una noche que parecía ser como cualquier otra, un hilo en Twitter comenzó a ganar tracción. Al principio, solo algunos lo notaron, pero en cuestión de horas, se había convertido en tendencia mundial. Alguien había filtrado conversaciones privadas entre Seoyeon y Yooyeon. Eran mensajes íntimos, llenos de amor, sueños, miedos, y vulnerabilidades. Lo que debía haber sido privado y sagrado entre ellas se convirtió en alimento para aquellos que deseaban hacerles daño.
Los mensajes fueron rápidamente sacados de contexto, manipulados para que parecieran extraños, insensibles o incluso inmorales. Los mismos haters que antes las habían acosado, encontraron un nuevo arsenal para atacarlas, y la llama del odio que comenzaba a apagarse se reavivó con más fuerza que nunca.
Para Yooyeon, esto fue el colmo. Había estado caminando por el filo de la navaja desde el primer escándalo y este nuevo ataque la empujó al borde del abismo. Se aisló de todos, incluso de Seoyeon. Pasaba los días encerrada en su habitación, negándose a salir, a hablar con nadie. Las sesiones con el psicólogo se convirtieron en un monólogo en el que ella se limitaba a asentir o a emitir respuestas breves y monótonas.
Las noches de Yooyeon se volvieron eternas, sin el consuelo del sueño. Su mente estaba plagada de pensamientos oscuros que no podía detener. Se sentía atrapada, incapaz de escapar del dolor que la consumía. Las lágrimas se convirtieron en una constante, y los recuerdos de los momentos felices con Seoyeon solo servían para aumentar la agonía de saber que todo se estaba desmoronando.
Por su parte, Seoyeon, aunque profundamente herida y preocupada, intentaba mantenerse fuerte, pero la distancia que Yooyeon había impuesto entre ellas la hacía sentir impotente. Cada intento de acercarse a ella era recibido con silencio o una mirada vacía. La situación comenzaba a consumirla también, pues aunque intentaba ser el pilar de fuerza, sabía que no podía soportar ver a Yooyeon en ese estado sin derrumbarse también.
Los días pasaban, y la situación no mejoraba. Las demás chicas intentaban ayudarlas, pero no sabían cómo. La agencia seguía publicando comunicados, pero cada palabra parecía caer en oídos sordos. El mundo afuera seguía girando, pero para Yooyeon, cada día era una repetición del anterior, una espiral descendente de desesperación que parecía no tener fin.
La tormenta mediática no se detuvo con Seoyeon y Yooyeon. Después de que se filtraran sus mensajes privados, los ataques se expandieron, alcanzando a las demás miembros del grupo. Una a una, sus conversaciones, fotos, y momentos privados comenzaron a salir a la luz. El hilo en Twitter se convirtió en un pozo sin fondo de contenido filtrado, donde cualquier cosa que pudiera dañar a las chicas se publicaba sin piedad.
Mensajes personales del grupo también fueron expuestos, revelando inseguridades, frustraciones y conversaciones que nunca debieron haber sido vistas por el público. Incluso las conversaciones más inocentes eran modificadas para hacer que parecieran comprometedoras o escandalosas. La intimidad de cada miembro fue violentada de una manera que las dejó expuestas y vulnerables.
La situación empeoró cuando comenzaron a filtrarse mensajes de otros idols que también habían estado en contacto con las chicas. Algunos mensajes eran de apoyo, otros simplemente amistosos, pero todos fueron tomados fuera de contexto y utilizados para crear más caos. La privacidad de esos idols también se vio comprometida, y aunque algunos intentaron mantenerse en silencio, otros decidieron mostrar su apoyo públicamente.
Idols de otros grupos comenzaron a publicar mensajes en sus redes sociales, sin mencionar nombres pero dejando claro a quién se referían. Utilizaban frases como "No están solas" o "El odio nunca ganará" acompañadas de corazones y mensajes de ánimo. Aunque no podían decir abiertamente que apoyaban a Seoyeon, Yooyeon y las demás, sus intenciones eran claras. Esta solidaridad, aunque indirecta, era un rayo de luz en medio de la oscuridad para las chicas.
La ola de apoyo no se limitó a otros idols. Algunos fans también comenzaron a movilizarse en redes sociales, creando campañas para defender a las chicas y pidiendo respeto por su privacidad. Hashtags como #ProtectOurIdols y #LoveOverHate comenzaron a ganar fuerza, contrarrestando en parte el odio que seguía circulando.
Aun así, el daño ya estaba hecho. Las chicas estaban exhaustas, emocionalmente agotadas por la constante invasión a su privacidad y el peso del odio que habían recibido. Los días se sentían interminables, y aunque sabían que no estaban solas, la batalla contra la marea de negatividad parecía no tener fin.
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Contra el mundo - Seoyeon x Yooyeon (TripleS)
FanfictionSeoyeon y Yooyeon solo quieren una relación tranquila en un mundo cruel