Después de la celebración del cumpleaños, Seoyeon no pudo dejar de pensar en lo especial que había sido pasar tiempo a solas con Yooyeon. La conexión que habían forjado se sentía más fuerte que nunca, y la idea de compartir una noche juntas la llenaba de emoción.
“¿Te gustaría venir a mi casa a dormir?” preguntó Seoyeon con una sonrisa tímida mientras jugueteaba con sus dedos.
“¿De verdad? Me encantaría!” respondió Yooyeon, sus ojos brillando de emoción.
Esa noche, después de una cena ligera con la familia de Seoyeon, las chicas se acomodaron en el acogedor dormitorio de Seoyeon. La habitación estaba iluminada por una suave luz cálida y decorada con posters de sus grupos favoritos, creando un ambiente perfecto para la intimidad.
Seoyeon se había puesto un suéter blanco que le quedaba ligeramente holgado, dándole un aire de ternura y comodidad. Yooyeon, por su parte, llevaba un suéter rosa pastel que le hacía resaltar sus mejillas sonrojadas, haciéndola lucir adorable.
“¡Este lugar es tan acogedor!” exclamó Yooyeon mientras se dejaba caer sobre la cama, sintiéndose como en casa. Seoyeon se unió a ella, y ambas comenzaron a reír y charlar sobre todo, desde anécdotas de su día hasta sus sueños futuros.
Con el tiempo, el ambiente se volvió más cálido y cómodo. Seoyeon, sintiendo que había llegado el momento adecuado, sugirió: “¿Qué tal si tomamos una foto juntas? Para recordar esta noche.”
Ambas se acomodaron en la cama, apoyando sus cabezas una al lado de la otra. Seoyeon tomó su teléfono y, al ver la vista de ambas sonriendo, su corazón se llenó de alegría.
“Listas… ¡sonríe!” dijo Seoyeon, justo antes de capturar el momento. La imagen mostró la felicidad pura que compartían: dos chicas, cada una con un suéter acogedor, sonriendo con complicidad.
“¡Es perfecta!” dijo Seoyeon, viendo la foto. “Deberíamos hacer esto más a menudo.”
Yooyeon asintió, sintiendo cómo su corazón se aceleraba. “Sí, lo haremos. Aunque… deberíamos mantenerlo en secreto por ahora, ¿verdad?”
“Claro, será nuestro pequeño secreto,” respondió, y ambas rieron mientras compartían un vistazo significativo.
A medida que la noche avanzaba, las chicas se acurrucaron bajo la suave manta. Seoyeon sintió el calor del cuerpo de Yooyeon a su lado, y no pudo evitar sentir una felicidad inmensa al tenerla cerca. Las conversaciones se hicieron más suaves y lentas, y eventualmente, el cansancio las venció.
Con la luz apagada y la luna brillando a través de la ventana, Seoyeon cerró los ojos, sintiéndose segura y protegida. “Buenas noches” murmuró.
“Buenas noches” respondió sintiéndose feliz de estar en ese lugar, en ese momento.
Mientras ambas se dejaban llevar por el sueño, la noche se llenó de un hermoso silencio, un momento que quedaría grabado en sus corazones como un tesoro secreto. La conexión que compartían era más fuerte que las opiniones externas, y aunque sus familias no lo sabían, ellas sabían que habían encontrado algo especial en la otra.
------------ Foto del momento:
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