La HAUS, que antes estaba llena de risas y vida, ahora parecía vacía y sombría. Los rincones de la casa le susurraban recuerdos de momentos compartidos: el aroma de café que Yooyeon solía preparar por las mañanas, el sonido de sus pasos por el pasillo y la manera en que solía sentarse en el sofá con una sonrisa cálida lista para ayudar a las menores en sus tareas.
El dolor de la pérdida era constante, un peso que no podía sacudirse. Cada rincón de la HAUS estaba imbuido de recuerdos felices que ahora solo servían para profundizar su tristeza. La ausencia de Yooyeon se hacía sentir en cada rincón, desde el pequeño espejo en el baño donde ambas solían arreglarse juntas hasta el sillón en el que solían sentarse y hablar durante horas.
El grupo intentaba mantener la normalidad, pero el vacío de Yooyeon se reflejaba en sus acciones y palabras. Las otras chicas también sentían la falta de Yooyeon, pero trataban de seguir adelante, esperando que con el tiempo, Seoyeon pudiera encontrar un poco de paz. Sin embargo, cada gesto de apoyo parecía estar marcado por un dolor profundo y palpable.
Seoyeon pasaba horas sentada en su habitación, inmersa en la melancolía y el recuerdo constante de los momentos felices que compartió con Yooyeon. Su celular estaba lleno de mensajes de apoyo y condolencias, pero cada notificación solo le recordaba la profundidad de su pérdida. Se pasaba las noches mirando el cielo estrellado desde su ventana, esperando en vano que Yooyeon apareciera en la oscuridad, como un fantasma de su amor perdido.
El dolor era implacable, y a pesar del esfuerzo de las demás miembros por ofrecerle apoyo y distracción, Seoyeon se encontraba atrapada en una rutina de tristeza. Se encerraba en su habitación, evitando el contacto con el mundo exterior y buscando consuelo en los recuerdos de lo que había sido su vida con Yooyeon.
Un día, mientras revisaba una caja de recuerdos que había guardado en el armario, encontró una serie de cartas y fotos que Yooyeon había guardado para ella. En una de las cartas, Yooyeon había escrito sobre sus sueños y esperanzas para el futuro, sus palabras llenas de amor y promesas que ahora parecían inalcanzables.
Seoyeon se desplomó en el suelo, rodeada de recuerdos, llorando sin parar. La sensación de pérdida era tan abrumadora que sentía como si todo a su alrededor se hubiera desmoronado. Sin embargo, en medio de su dolor, también encontró un pequeño consuelo en las palabras de Yooyeon. Aunque el futuro que habían imaginado juntas ya no era posible, las cartas le recordaban el amor y la felicidad que habían compartido, un amor que, a pesar de la tragedia, había sido real y profundo.
A pesar del dolor que sentía, Seoyeon comenzó a encontrar una pequeña chispa de esperanza en los recuerdos, una promesa de que, aunque Yooyeon ya no estaba, su amor seguiría viviendo en su corazón. Aunque la tristeza seguía siendo inmensa, las palabras de Yooyeon le ofrecían una manera de seguir adelante, honrando su memoria y buscando la paz en medio del dolor.
ESTÁS LEYENDO
Contra el mundo - Seoyeon x Yooyeon (TripleS)
FanfictionSeoyeon y Yooyeon solo quieren una relación tranquila en un mundo cruel