La habitación estaba sumida en un silencio inquietante, roto solo por el suave zumbido de las máquinas que monitorizaban los signos vitales de Hikari. Hawks, sentado al lado de la cama, observaba con desesperación el rostro pálido de la joven heroína. La batalla había dejado huellas profundas en su cuerpo, y cada segundo que pasaba parecía acercarla más al abismo entre la vida y la muerte.
**Hawks:** (tomando la mano de Hikari, con la voz temblorosa) "No puedes dejarme, Hikari... No así."
Los recuerdos de los últimos meses juntos pasaron por la mente de Hawks en un torbellino: las misiones compartidas, las risas, los momentos de complicidad, el primer beso. Todo lo que habían construido, todo lo que habían soñado, pendía ahora de un hilo tan frágil como la vida de Hikari.
**Hawks:** (susurrando) "No puedo imaginar este mundo sin ti... No quiero imaginarlo."
El médico había sido claro: las heridas internas eran graves, y aunque la operación había sido un éxito técnico, Hikari no había recuperado la conciencia. Su cuerpo estaba luchando, pero nadie podía decir si su espíritu tenía la fuerza para seguir adelante.
Mientras Hawks permanecía junto a ella, el tiempo parecía detenerse. Afuera, la vida continuaba: la reconstrucción de la ciudad, los héroes lamiéndose sus heridas y preparando el siguiente paso en su interminable batalla contra el mal. Pero para Hawks, todo eso había dejado de importar. Su mundo, su foco, su todo, era Hikari.
**Hawks:** (con voz rota) "Recuerdo la primera vez que te vi... Eras tan fuerte, tan valiente. Siempre has sido más que solo una compañera... siempre has sido... todo para mí."
Las palabras se quebraron en su garganta, y las lágrimas que había intentado contener durante tanto tiempo finalmente se desbordaron. Se inclinó sobre la cama, apoyando su frente contra la mano de Hikari, sintiendo el frío de su piel.
El sonido del monitor cardíaco marcaba el ritmo de su angustia. Cada latido débil era una promesa rota, una esperanza marchita. Hawks estaba al borde de la desesperación, sintiendo que estaba perdiendo la batalla más importante de su vida: mantener viva a la persona que amaba.
En ese momento, las puertas de la habitación se abrieron, y el médico entró con expresión grave.
**Médico:** (con tono serio) "Hawks... hemos hecho todo lo posible. Su cuerpo está muy debilitado. Si tienes algo que decirle, este podría ser el momento."
Las palabras del médico perforaron a Hawks como dagas. Se sentía impotente, más impotente de lo que jamás se había sentido en ninguna batalla. Esta no era una pelea que pudiera ganar con velocidad o fuerza; era una lucha contra el destino, y en este momento, el destino parecía estar en su contra.
**Hawks:** (con voz baja y temblorosa) "Hikari... si puedes escucharme, por favor, lucha. No te rindas. Prometimos estar juntos, ¿recuerdas? Prometimos que pase lo que pase, nunca nos dejaríamos solos."
Hawks sintió que su corazón se rompía un poco más con cada palabra. Estaba a punto de perderla, y eso era algo que no podía aceptar. No ahora, no después de todo lo que habían pasado juntos.
**Hawks:** (con lágrimas corriendo por sus mejillas) "Te amo, Hikari... y no sé cómo vivir sin ti. Por favor, no me dejes solo en este mundo."
El monitor emitió un pitido agudo, indicando una caída repentina en los signos vitales de Hikari. El médico se apresuró hacia la cama, pero Hawks apenas lo notó. Todo lo que podía ver era el rostro de Hikari, tan sereno, tan frágil, tan cerca de dejarlo para siempre.
**Hawks:** (gritando desesperado) "¡No, Hikari! ¡Por favor, no te vayas!"
La habitación se llenó de la urgencia de los médicos, pero para Hawks, todo parecía estar sucediendo a cámara lenta. La realidad se estaba desmoronando a su alrededor, y todo lo que podía hacer era sostener la mano de Hikari, rogando por un milagro.
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Alas de esperanza 🪽
RomanceKeigo Takami, conocido como Hawks, uno de los héroes más rápidos y poderosos de Japón, está acostumbrado a volar solo. Pero su vida da un giro inesperado cuando conoce a Hikari Ayane, una joven heroína con un quirk similar al suyo, aunque con alas b...