Alas de esperanza 🪽

Capítulo 34: El Poder Oculto de Hikari

El campo de batalla era un caos absoluto. Explosiones sacudían el aire, y el sonido del metal chocando contra metal resonaba en todas direcciones. Los héroes luchaban con todo lo que tenían, pero los villanos no mostraban signos de retroceder. Hawks y Hikari, como líderes naturales, se encontraban en el centro de la tormenta, moviéndose con una sincronización perfecta.

Hawks estaba concentrado, dirigiendo ataques estratégicos y asegurándose de que los héroes bajo su mando se mantuvieran coordinados. Sin embargo, no podía evitar preocuparse por Hikari, que estaba inmersa en un combate feroz con un grupo de villanos que parecían no tener fin.

De repente, en medio de la confusión, un villano especialmente poderoso apareció, con un aura oscura que lo rodeaba como un manto de destrucción. Sus ojos se posaron en Hikari, y en un instante, lanzó un ataque devastador en su dirección. La explosión resultante levantó una nube de polvo y escombros, envolviendo a Hikari en su centro.

**Hawks:** (con el corazón en un puño) "¡Hikari!"

La desesperación llenó el pecho de Hawks mientras se precipitaba hacia donde Hikari había sido golpeada. Pero antes de que pudiera llegar a ella, algo extraordinario ocurrió.

El polvo comenzó a despejarse, y una luz cegadora emergió de su interior. Todos en el campo de batalla se detuvieron, sus ojos fijos en la figura que emergía de la nube. Hikari estaba de pie, indemne, pero había algo diferente en ella. Sus alas blancas brillaban con una intensidad nunca antes vista, como si estuvieran hechas de pura luz.

Los villanos retrocedieron, atónitos ante lo que veían, mientras que los héroes, incluyendo Hawks, miraban asombrados. De Hikari emanaba una energía que no se parecía a nada que hubieran visto antes. Era como si estuviera canalizando una fuerza oculta, un poder que había estado latente dentro de ella todo este tiempo.

**Hawks:** (murmurando, incrédulo) "¿Hikari...?"

Hikari levantó la vista, y sus ojos se encontraron con los de Hawks. Había una serenidad en su expresión, una confianza que era casi palpable.

**Hikari:** (con voz firme) "Es hora de que termine esto."

Con un movimiento de sus alas, Hikari se lanzó al aire, dejando un rastro de luz detrás de ella. Los villanos intentaron detenerla, pero sus ataques eran inútiles contra la barrera de luz que la rodeaba. Hikari se movía con una gracia y velocidad que desafiaban la lógica, cortando a través de las filas enemigas con una precisión mortal.

Los héroes, inspirados por su poder, redoblaron sus esfuerzos, atacando con una renovada ferocidad. Pero nadie podía igualar lo que Hikari estaba haciendo. Su poder, ahora completamente desatado, se manifestaba en ráfagas de luz que desintegraban cualquier cosa que tocaran.

Hawks observaba, mitad impresionado, mitad preocupado. Sabía que este poder tenía un costo, y la intensidad con la que Hikari lo estaba usando no podía ser sostenida por mucho tiempo.

**Hawks:** (gritando) "¡Hikari, detente! ¡Es demasiado!"

Pero Hikari estaba en otro nivel. Ella sabía que esta era su única oportunidad para acabar con el enemigo de una vez por todas. Con un grito de batalla que resonó en todo el campo, Hikari concentró toda su energía en un solo ataque. Sus alas se desplegaron por completo, brillando con un resplandor cegador, y luego, con un último esfuerzo, lanzó una ráfaga de luz pura hacia el villano principal.

La explosión resultante fue tan poderosa que sacudió el terreno bajo sus pies. Cuando la luz finalmente se desvaneció, los villanos restantes estaban derrotados, y el líder enemigo yacía en el suelo, completamente aniquilado.

Hikari descendió lentamente al suelo, sus alas volviendo a su estado normal. Pero mientras lo hacía, Hawks notó que su fuerza la estaba abandonando. Se precipitó hacia ella justo a tiempo para atraparla antes de que cayera.

**Hawks:** (sosteniéndola suavemente) "Hikari... ¿qué has hecho?"

**Hikari:** (sonriendo débilmente) "Lo que debía hacer, Keigo. Lo que debía hacer."

Las lágrimas llenaron los ojos de Hawks mientras la sostenía, sabiendo que, aunque habían ganado la batalla, el precio que Hikari había pagado podría ser demasiado alto.