Capítulo 21 La declaración de guerra

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Todos comenzaron a moverse, cada raza tomó un flanco para protegerse en caso de ataque, era la primera vez que todas se unían con un fin en común, y al desfilar hacia la capital de Terra en Easton no sabía lo que les deparaba.

—Finn no te habíamos visto—Dot dándole alcance y viendo aquel éxodo masivo.

—Si, bueno yo—Finn cubriéndose con la mano la marca que Orter le hizo en el cuello, aunque alguien logró verla.

—¿Y eso Finn?—Mash curioso, el vampiro se dio la vuelta nervioso.

—¿Qué? No sé de qué hablas—le sonrió.

—¿Qué es lo que tienes ahí?—Rayne que venía con Mash también se dio cuenta de ello.

—Hermano, no es nada—el menor se fue corriendo con Lance que preparaba algunas provisiones para cargar.

—Es raro, huele a Orter, pero debe ser mi imaginación—dijo para luego irse con los demás. Rayne se quedó pensativo, echándole un vistazo a Orter que también emprendía el camino y quien le obsequió una pequeña sonrisa maliciosa. Eso hizo molestar a Rayne quien trató de ir tras él para reclamarle.

—Ese hijo de...

—¿Qué pasa?—Mash parado a su lado.

—Creo que se atrevió a tocarlo.

—¿Quién?—Mash sin entender, aunque lo tomó del brazo—.Creo que deberíamos irnos, me preocupa el abuelo Wahlberg.

—Eso...—Rayne se tranquilizó esperando que lo que imaginaba no fuese cierto, en especial tras la plática que tuvieron antes.

Dos horas antes...

Después de la última reunión con los líderes de las Tierras Oscuras término, Orter se quedó revisando el mapa para la ruta hacia Easton solo en la choza, cuando Rayne se acercó a él, siendo muy silencioso, aun así el licántropo tenía un excelente oído.

—¿Quieres decir algo más?

—Si—Rayne lo rodeo para estar frente a este, mirándolo a los ojos—.Finn me dijo lo que pasó.

—Ah, ¿hablas de eso? Como dije a tu hermano, solo fue una casualidad, yo no tenía intenciones de salvarlos, solo no los mate.

Rayne apretó el puño fuertemente, se podía escuchar cómo sus huesos crujían y sus músculos se tensionaban.

—No estoy aquí para agradecerte, francamente a veces hubiera preferido morir ahí mismo, el sufrimiento que tuvimos que vivir, pero eso ya no importa ahora, sino el hecho que no pude cobrar venganza contra esas malditas bestias—le dijo, Orter alzó la vista, mirando a Rayne, sentir tal agresividad era de cierta manera es algo normal.

—Si quieres que te diga que sufrieron, lo hicieron, tu venganza pudo no haberse consumado, eras débil y ahora te has fortalecido, piensa que tal vez era lo que debía pasar.

—No te hagas el héroe con eso, solo somos un error en tu línea de vida.

—Si, lo son, pero si hubiera llegado antes, ¿Qué crees que hubiera pasado?—el Lycan se inclinó hacia él y ajustó sus gafas. La furia crecía dentro de Rayne, el hecho que dijera eso y la posibilidad de que sus padres estuvieran vivos, en especial porque seguía culpándose por esa noche.

—Eso ya no importa, solo me enfurece que no pude hacer nada.

—Es normal, solo eras un cachorro y eso te hizo tan fuerte—suspiro Orter dándole la espalda.

—Dime solo una cosa más, he notado que has puesto atención en mi hermano, incluso intentó detenerme para evitar esta confrontación.

—Interesante, pensé que no te importaba lo que le pasara.

Dulce azúcar de sangre (Mashle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora