Capítulo 7 El desafío

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Los gritos de los espectadores hacían temblar las columnas, había demasiados licántropos en el lugar, Lance jamás pensó estar rodeado de tantos de ellos, Mash por su parte veía asombrado ese mundo tan diferente al suyo, sin embargo, le resultaba tan familiar y excitante.

—No lo veo—Lance tratando de buscarlo entre la multitud a Finn, Mash se fijó al otro lado de la arena cerca de un pódium, divisando al vampiro.

—Ahí—señaló Mash, los chicos lo vieron pero Malta se sorprendió más al darse cuenta que estaba bajo custodia de nada más y nada menos que Orter Máld.

—No puede ser, está con Orter.

—¿Ese es Orter?—Lance al ver tremenda presión de poder, pero si solo era el hijo del líder, no podía imaginar cómo sería Demeter y ¿Malta quería pelear contra él?—.Creo que Finn ahora está en problemas, pero no tenemos tiempo de pensar en ¿Cómo sacarlo de allí? Tendremos que improvisar una vez que termine esto.

—Iré por él—Mash se levantó pero ella lo detuvo.

—Espera, Mash, Orter no le hará daño por ahora, esperaremos.

—¿Y Demeter?—preguntó el vampiro.

—No está aquí, pero seguro vendrá, ese hombre solo aparece cuando es preciso.

Este personaje tenía cierto misterio, incluso Malta no podía describirlo pero el temor que imponía era una gran verdad. Mientras tanto, unas rejas se abrieron donde los jóvenes entraron como ovejas al matadero, entre ellos Dot quien escuchaba insultos de los suyos, eso lo molesto.

—¡Bastardos! ¡Vengan aquí y les pateare su peludo trasero!—les grito y mostró el dedo medio a todos.

Ante eso a los chicos y a su hermana se les formó una gota de sudor en la frente.

—Ese idiota—murmuro Malta. Lance se le quedó mirando y noto que había heridas en su cara y brazos, eso le hizo apretar el puño por alguna razón se molesto.

—Creo que lo lastimaron—comentó.

—No me extraña, Wirth el hermano menor de Orter tiene muchos seguidores y Dot no se lleva bien con él desde niños, además será su oponente en esta batalla, debieron lastimar a Dot para impedir que peleará con todo contra su amo.

Lejos de ahí en una de las cuevas alguien recibía una visita inesperada, un hombre encapuchado que caminaba por la oscuridad hasta llegar a una puerta de madera, al abrirse ahí estaba Demeter junto a dos de sus más cercanos subordinados, que al ver al hombre gruñeron, sin embargo, el licántropo sin pericia solo suspiro.

—Por favor Demeter, calma a tus perros—le dijo este, cuya melodiosa voz le hacía parecer tranquilo.

Demeter que estaba sentado en su trono de huesos sonrió y alzó la mano en señal de que los dejaran solos.

—Supe que tus lagartijas fueron capturadas.

—¡Ja, ja, ja! Bueno, solo son dragonoid de segunda generación, pero obedientes.

—Y uno de ellos fue capturado, ¿no?

—No cambiará nada de nuestros planes, dime Demeter ¿Qué harás cuando tengas la cabeza de Ryoh?

Al escuchar ese nombre, Demeter se levantó y atacó la pared detrás del invitado, abriendo un hueco enorme.

—Tranquilo, no quedará nada de los vampiros cuando termine con ellos, Wahlberg en especial ¡Je, je! Mi mejor amigo, bueno mi ex mejor amigo, ninguno te envía a una mazmorra a morir.

El licántropo se alejó y sonriendo regresó a su asiento, descansando su cabeza en el brazo.

—¿Qué haremos ahora?

Dulce azúcar de sangre (Mashle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora