Capítulo 11 Audiencia con el rey

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La escena era abrumadora, incluso Rayne se colocó detrás del rey para protegerlo, pero se escuchó una voz fuerte que hizo estremecer a todos en la sala.

—¡ALTO!

No era otra persona más que el mismo rey, Wahlberg ni siquiera movió un solo dedo, permaneciendo tranquilo al lado del monarca de los vampiros. Lo que llenó de confusión el rostro de todos. Orter bajo sus garras y regresó a su forma humana, colocándose de nuevo su chaqueta sobre los hombros, Ryoh, Kaldo y Rayne se mantuvieron alertas sin entender.

—¿Podrían soltarme?—dijo Orter a Dot, Lance y Mash, el pelirrojo había sujetado su torso, Mash su brazo derecho y Lance su izquierdo, los únicos que no se movieron fueron Finn y los dos vampiros que los acompañaron todo el trayecto hasta la sala. Orter ajustó sus gafas mientras daba dos pasos hacia atrás conforme lo soltaban, luego inclinó la cabeza—.Me disculpo por lo sucedido.

—No entiendo nada—dijo uno de los vampiros que sirvieron de escolta.

—Alteza, ¿perdonará esto?—le cuestionaron—¡Debemos matarlos, ahora. Los licántropo siempre serán licántropos!—uno de ellos colocó una daga de plata en el cuello de Dot, pero Lance de inmediato tomó su mano, sus ojos azules brillaron un poco.

—Dije que alto, Wahlberg, por favor—el rey se dirigió a su consejero.

—Orter no tenía intención asesina, su alteza como yo nos dimos cuenta desde un inicio, entiendo que defendieron por instinto, pero esa es la realidad—dijo el anciano.

—¿Qué?—Rayne entrecerró los ojos aun sin comprender.

—¡Ja, ja! Era eso—Kaldo riendo al mismo tiempo que guardaba su espada—.Debiste ser cuidadoso o podrías haber perdido la cabeza.

—Aun así no me gusta que le levanten las garras a mi rey—Ryoh suspiro, sacudiendo sus hombros—.Un verdadero hombre, siempre debe protegerse.

Los cuatros menores se vieron entre sí, el vampiro que amenazaba a Dot se alejó por la fuerza de Lance, que se acercó al lobo al ver que tenía una quemadura delgada en su cuello.

—¿Estás bien?

—Si, no es nada—le contestó el pelirrojo.

Alguien levantó la mano, este era Mash, todos voltearon, fue el rey que sonrió un poco y con un gesto le dio permiso para hablar.

—Disculpen, pero sigo sin entender.

«Esta vez estoy con Mash, no entiendo nada...» pensó Finn mirando de reojo a Orter quien le dedicó una penetrante mirada.

—Joven Mash, ¿no?—su alteza respiro hondo y habló calmadamente—.Aunque Orter Mádl me atacó, solo fue para probar algo, ¿no es así?—se dirigió a este.

—Así es.

—No reaccioné porque no sentí que fuera a lastimarme, en realidad quería saber la capacidad de mis subordinados.

—Aah, lo hiciste al sentir nuestra presencia—Kaldo sentándose, parándose firme junto al trono como su guardián del rey.

—Pudiste morir, ¿lo sabes?

—No creo que tengan tanta suerte—sonrió Orter de manera maliciosa.

—¡Ja, ja! Eres un caso muy extraño, ¿te llamas Orter, cierto?

—Claro, el líder de todos los clanes licántropos—dijo este muy serio.

—¡Mhp! Te había dicho que no intentaras nada—Rayne bajando hasta pararse al lado del gran licántropo.

—No debiste asustarnos así—reclamó Lance.

—Si, mi cuello también está en juego—murmuró Dot.

Dulce azúcar de sangre (Mashle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora