CAPÍTULO 24

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PENITENCIAS

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Hilda Pov

La llegada de febrero me tomó por sorpresa, estaba tan absorta en mis pensamientos que solo pude darme cuenta del mes cuando las chicas empezaron a organizarse para ir a comprar sus disfraces.

—¿Hilda no quieres venir? —dijo Gabi.

—No lo sé chicas— dije desanimada.

—¡Ay Hilda vamos! —rogó Chris tomándome la mano.

—Te la has pasado todo enero así, — agregó Mary— pero ahora no. Son carnavales amiga, las penas no existen en los carnavales.

—Y este año serán toda una locura, porque iremos al del teatro municipal*. —dijo Chris estirando las manos como si de una maravilla se tratase.

 —dijo Chris estirando las manos como si de una maravilla se tratase

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—Pensé que nos quedaríamos en el baile mágico del Palace. — respondí extrañada.

—Yo también, pero Chris rogó tanto que terminó convenciéndonos. — repuso Gabi.

—¡Y no se arrepentirán! — dijo Chris colgándose de Gabi. — La temática de este año será "La época colonial".

—Ya quiero estar dentro de esos vestidos con corset y vaporosos—continuó Mary entusiasmada.

—¡Ay sí, yo también! —le contestó Chris— ¿Qué color crees que me quedaría mejor? — ambas empezaron a cuchichear mientras salían por la puerta.

—Ey par de locas no se vayan sin nosotras. — dijo Larissa terminando de colocarse unos zapatos y saliendo con Ana de las habitaciones.

Así todas ya estaban terminando de salir y Gabi se dirigía a la puerta cuando volteó a verme y movió la cabeza señalando al pasadizo.

Yo sonreí en ese momento, recuperando el buen ánimo y me levanté del sofá para seguirlas y cerrar la puerta.

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José Pov

Llegué a Lagoa con la esperanza de obtener las respuestas a las preguntas que no me dejaron dormir, el corazón seguía dando brincos cual tambor cada que recordaba los besos que nos dimos ayer.

—Buen día joven Zezé. — dijo una de las mucamas al abrirme la puerta.

—Efectivamente buenos, Luisa—le respondí sonriendo—¿Está la refunfuñona?

—Está, —luego habló con voz bajita— pero con un humor...

—Ah, vaya novedad. — dije en broma, a lo que ella sonrió.

UN HURACÁN EN RÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora