Catalina
Llevaba días sumida en la fantasía de finalmente reunirme con mi mejor amiga. Los últimos días los había pasado pegada a Robin, mi novio, como un mono. No sabéis lo bien que se siente poder decir eso. La idea de que él también tenía muchas ganas de conocer a Clara, en un contexto más alegre que la última vez que se vieron, me llenaba de ilusión. Les había invitado a ambos a una comida relajada, ya sabéis, lo típico entre amigos. Sin embargo, la preocupación me acompañaba; Clara nunca había sido fan de mis parejas, y menos aún de los hombres que se acercaban a mí con intenciones de algo más que amistad. Siempre había ejercido una protección casi excesiva, y desde que rompí con mi ex, su actitud se había intensificado. Sentía que Robin había acumulado unos puntos positivos tras lo que había pasado hace unas semanas, pero, ¡qué equivocada estaba!
Entramos al restaurante cogidos de la mano, y ahí estaba Clara, esperándonos ya sentada. La primera mirada entre ellos fue como un rayo, haciendo que Robin me apretara la mano con un gesto que delataba su preocupación. Intenté mirarlo de la manera más tranquila posible para calmarlo. Saludé a mi amiga con dos besos, lo mismo hizo mi novio. Los primeros minutos en la mesa fueron un tanto incómodos; no sabía de qué hablar sin que ninguno de ellos se sintiera excluido de la conversación. Así que decidí recurrir al clásico: "¿Qué tal? ¿Qué habéis hecho estos días?". Pero nada parecía dar mucho resultado.
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Robin
La comida se estaba volviendo incómoda, por decir lo menos. Ya habíamos pedido las bebidas, y yo no podía evitar llevarme el vaso a los labios una y otra vez, intentando calmar los nervios y suavizar la tensa atmósfera que había entre nosotros. Necesitaba que esto saliera bien, por Cata. Sabía cuánto quería a Clara, y yo también la quería a ella, así que, por lógica, su amiga debería caerme, al menos, un poco bien. La última vez que hablé con Clara me pareció simpática, pero hoy no estaba segura de que estuviera dispuesta a colaborar.
De repente, Cata se levantó y anunció que iba al baño. En cuanto se marchó, Clara me miró con la mayor seriedad que pudo reunir y dijo:
—Hablemos claro, Robin. —Su tono me estaba asustando un poco, pero no podía mostrar debilidad, no ahora.— ¿Qué es lo que quieres de Catalina?
—Solo quiero ser su novio, nada más.
—Todos dicen lo mismo al principio, y solo buscan llevarla a la cama. Hay que admitirlo, mi mejor amiga está buenísima, pero eso no es excusa para que la utilices.
—No tengo intención de utilizar a nadie. Cata me gusta de verdad. —Era la pura verdad; estaba loco por ella.
—Mira, ella ya ha sufrido lo suficiente como para que tú seas el siguiente. Y encima futbolista, todos sabemos que podéis liaros con cualquier modelo. No voy a permitir que sufra por un idiota como tú.
—No sé cuál es tu problema conmigo, pero Cata me gusta de verdad. Es una chica inteligente, divertida y muy amable. Me apoya, y yo la apoyo a ella. Me encanta ir a verla patinar, y cuando voy a entrenar, elevar la vista y encontrarla en la grada. Yo quiero a Catalina de verdad.
Pude ver que había dejado a Clara sin palabras. Todo eso había salido de mí de manera natural, y era la pura verdad. Cata es la chica más increíble que he conocido en toda mi vida, y no iba a dejarla escapar.
—Puede que te haya juzgado mal —murmuró Clara—, pero si se te ocurre hacerle algo, te mato, que lo sepas.
—Me parece bien, porque no tendrás que hacerlo. —Respondí con confianza.
Justo en ese momento, Cata regresó del baño.
—¿De qué habláis?
—De lo maravillosa que eres. —respondí, inclinándome para darle un beso rápido.
A partir de ahí, la comida se convirtió en un momento perfecto. Me alegraba ver a Cata sonriendo junto a su amiga, y tengo que admitir que me lo pasé genial. Después de todo, Clara resultó ser realmente simpática, aunque un poco sobreprotectora, si se me permite decirlo. Entre risas y un sinfín de historias vergonzosas de la adolescencia de Catalina, finalmente nos despedimos y cada uno se fue a su casa.
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NOTA DEL AUTOR
Me encanta la relación que tendrán estos dos en el futuro.
Muchas gracias por leer y votar una semana más😘
Además de agradecer por cada comentario
Hasta la semana que viene💕
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On Frozen Lands (Robin Le Normand)
RomanceEl hecho de tener un jugador de fútbol para ti solita está muy bien, ¿verdad? Siendo ella patinadora y el un jugador de fútbol descubrirán todo lo que tienen en común.