Capítulo 26 -Sorpresa tras sorpresa

429 16 2
                                    

-¿Sorprendida? -Preguntó mientras Belén tosía desesperadamente-

-Sí, un poco. -Respondí lo más rápido que pude-

-Perdonad, tengo que ir al baño. -Se disculpó Belén levantandose de su silla-

Sentía los ojos de Lucas clavados en mi aunque sus gafas negras los cubrieran por completo. ¿Qué se suponía que debía de hacer ahora?

Mientras Belén pasaba por mi lado dirección al baño y aún tosiendo, buscaba a Mario con la mirada, pero él estaba demasiado entretenido contemplando la televisión del bar.

-Sabes cuando empieza todo, ¿verdad? -Preguntó Lucas interrumpiendo mis pensamientos-

-Sí, ya nos lo ha explicado todo tu padre. -Respondí fingiendo una sonrisa-

Lucas sonrió y bebió un sorbo de su bebida tras peinar su cabello con sus dedos. Era imposible no contemplar esa escena de nuevo después de tantos años.

-He pensado en crear un grupo de WhatsApp con todas las del equipo, ¿cómo lo ves? -Pregutó tras un segundos de silencio-

Volví mi mirada a él mientras Marco y Mario miraban la televisión como si estuvieran en su casa, como niños pequeños.

-Bien. -Respondí breve-

Lucas rió y asintió con la cabeza.

-Entonces, si te parece bien, lo haré. -Exclamó con una sonrisa-

-Puedes hacer lo que quieras, es sólo mi opinión.

-¿Sólo? Es la opinión de la capitana del equipo, ¿te parece poco? -Preguntó sonriente-

¿Capitana? ¿Yo? Este chico era un caja de sorpresas.

Le devolví la sonrisa y este se acomodó nervioso en la silla.

-Eso tendrás que hablarlo con tu padre, quizás no le parezca bien. -Dije segura-

-Esa decisión ya está tomada desde que decidí ser el entrenador del equipo. -Dijo totalmente convencido-

Otra sorpresa. Mientras Belén volví a su sitio ahora más calmada, imaginaba la cara que se la iba a quedar cuando la contara todo esto.

-¿Y por qué tanta confianza puesta en mi? -Le pregunté llamando la atención de Belén-

Lucas rió y subió sus gafas a la cabeza.

-Herrera, son muchos años, ¿no crees? -Dijo arqueando una ceja-

Asentí y bebí el último trago de mi vaso al mismo tiempo que Marco. Ignoraba las miradas y gestos que Belén me mandaba para que la mirase, cuando Mario se levantó de su silla tras acabar su bebida.

-¿Nos vamos? -Preguntó dejando su vaso en la mesa-

Asentí con una sonrisa y todos nos levantamos de nuestros asientos.

-Yo voy adentro, aún tengo que ayudar a mi padre con las equipaciones. -Dijo Lucas extendiendo su mano para despedir a Marco- Por cierto, ¿qué número queréis? -Preguntó mirandonos a Belén y a mi-

Yo me encogí de hombros esperando a que Belén hiciese lo mismo cuando la rubia exclamó el número que sabía que iba a elegir.

-Yo el veintidos. -Dijo con una sonrisa-

-¿Y Herrera? -Preguntó despidiendose de Belén con dos besos-

Iba a responder a su pregunta cuando él mismo se me adelantó.

-El siete, ¿no? -Preguntó acercandose a mi-

-Sí, el siete. -Dije tras varios segundos-

Él asintió y respondí a sus dos besos como despedida. Ese olor que desprendía su polo Hollister, ese olor.

Mario agarró mi mano y me acercó a él para poner su mano en mi cintura, gesto que Lucas no podía negar que vio.

-Nos vemos en unos días. -Se despidió Lucas-

Nos despedimos de él al unísono y caminamos hacia el parking. Mario besó mi frente mientras que Belén y Marco hablaban sobre el partido que estaban viendo en la televisión unos metros más atrás.

-Qué bien, ¿no? -Preguntó con su boca a centímetros de mi oreja- Capitana del equipo y encima titular indiscutible.

Agarré su cintura y él pasó su brazo por mi cuello acercandome más a él.

-Sí, supongo. -Respondí con una sonrisa-

Mario juntó sus labios con los mios durante unos pocos segundos y ese escalofrío que recorría mi cuerpo cada vez que lo hacía volví a aparecer. Cuánto lo echaba de menos.

Llegamos al coche de Marco y este abrió con su llave unos metros detrás de nosotros. Mario me besó una última vez, lo que desencadenó unos gritos de "ya vale, ¿no?" de parte de mi hermano. Ambos reímos y él se montó en el asiento del copiloto. Yo abrí la puerta trasera y me monté en el coche. Una vez dentro, Mario giró su cabeza y me miró con una sonrisa desde su asiento.

-Te quiero. -Susurró-

-Te quiero mucho. -Respondí en un susurro- Supongo. -Pensé una vez que Mario se giró y Belén y Marco entraron al coche-

Sólo es fútbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora