Los días transcurrieron con total normalidad, todas las mañanas Belén y yo salíamos a correr a un parque cercano a mi casa, y por las tardes, iba con mi hermano a practicar tiros y regates al campo de fútbol del polideportivo del pueblo.
Llegó el jueves, y me encontraba con Belén y Mario en la puerta de mi casa esperando a que Marco convenciera a mis padres de que sólo iríamos al entrenamiento y volveríamos pronto, ya habíamos pasado la noche anterior por contarle a ambos que fui elegida para el equipo y que nada ni nadie harían que no fuese a los entrenamientos y, sorprendentemente, acabaron comprendiendo la situación.
Una vez que Marco salió, saludó a Belén y Mario y todos entramos en el coche. Había intentado convencer a Mario de que no viniera con nosotros, pero él insistía en que quería verme entrenar y ya de paso, hablar con Lucas.
Una vez llegamos al polideportivo, Belén y yo fuímos a reunirnos con el equipo y Mario y Marco fueron directos a las gradas donde, según ellos, nos verían correr y hacer ejercicio mientras ambos disfrutaban comiendo.
-Belén y Herrera, qué puntuales. -Saludó Lucas-
Belén sonrió y se lanzó a saludar a Lucas con dos besos, gesto que al brasileño le extrañó pero no tardó en disimular.
-Belén, puedes ir a cambiarte al vestuario con las demás, Herrera irá enseguida. -Dijo dejándonos a ambas asombradas-
Belén se marchó entre risas a donde Lucas había señalado y el brasileño me guió por un largo pasillo.
-¿Preparada? -Preguntó con una sonrisa-
-Supongo. -Contesté-
Lucas soltó una carcajada y abrió la última puerta del pasillo. Ambos entramos a la sala llena de cajas y él cerró la puerta.
-Estas son las equipaciones. -Dijo señalando una de las cajas- Esas la ropa de entrenamiento y esas cajas las mochilas y ropa del equipo. -Señaló las tres últimas cajas-
Asentí a su explicación y agarró una de las cajas entre sus brazos. Esa escena de Lucas levantando la caja llena de ropa con facilidad me delató.
-Puedes ayudarme a llevar las cajas al campo o quedarte mirándome toda la tarde. -Dijo entre risas-
-No te estaba mirando. -Salté al instante mientras agarraba una de las cajas-
Lucas arqueó una ceja y se dirigió a la puerta para abrirla.
-Vamos. -Ordenó saliendo por ella-
Obedecí y le seguí por el largo pasillo.
-¿Ha venido Mario? -Preguntó curioso mientras andábamos por el pasillo-
-Sí. -Respondí breve-
-No se despega de ti, ¿eh? -Preguntó mirándome a los ojos-
Me encogí de hombros como respuesta y Lucas rió.
-Espero que no se tome mal el entrenamiento de hoy. -Dijo con una sonrisa-
Le miré extrañada, entonces continuó hablando.
-Alguien tendrá que mostrarle a todas las chicas cómo se hacen los ejercicios de calentamiento. -Dijo con normalidad-
-Puedes escoger a otra. A Belén, por ejemplo.
-No quiero que mi capitana se enfade conmigo. -Dijo lanzándome una mirada que no supe cómo interpretar-
-No me enfadaría porque uses a Belén para mostrar los ejercicios. -Respondí lo más formal posible-
-No conocemos, Herrera. -Dijo con una sonrisa-
Arqueé una ceja y Lucas me lanzó un beso entre risas. No iba a poder soportar esto durante mucho tiempo.
Salimos al césped y dejamos las cajas en el centro, después volvimos a por las demás y las dejamos todas en el mismo sitio. Una vez acabamos, Lucas me dijo que fuera a cambiarme y le dijera a las chicas que salieran al campo.
Al entrar al vestuario, me encontré a un grupo grande de chicas hablando entre ellas y Belén y unas cuántas más por separado mirando sus móviles.
-Podéis salir al campo, ya están las equipaciones listas. -Dije desde la puerta-
Todas se levantaron y Belén se acercó a mi después de que todas salieran. Conocía a mi mejor amiga a la perfección, su cara la delataba
-Menos mal, estaba super aburrida escuchando a las tontas esas. -Dijo en voz baja-
Reí por su comentario y entré en el vestuario tras cerrar la puerta.
-Cuidado con la de la camiseta rosa -Dijo en vo baja- Tiene claras intenciones con tu Lucas. -Susurró-
Bufé por su comentario y Belén rió.
-¿A dónde te ha llevado?
-A por las cajas de las equipaciones. -Respondí atando mis botas-
-Qué romántico.
-Belén... -Me quejé-
Una vez acabé de atar mis botas, me levanté del banco y salí junto a Belén al campo.
-Si Lucas pide a alguien para mostar los ejercicios, ofrécete. -Ordené mirando a mi amiga-
La rubia me miró extrañada y pocos segundos después pareció darse cuenta de algo.
-¿Temes por que salga alguna de esas y lo toque antes que tú? -Dijo elevando la voz-
-No. -Negué enseguida- Sólo que me escogerá a mí, y no quiero salir.
-No quieres caerle mal a todas el primer día.
-No es eso.
-Cuando vean que eres tú la preferida del entrenador van a morir de envidia. -Dijo con maldad-
Negué con la cabeza mientras que entrabamos al campo.
-En verdad están a punto de verlo, verás sus caras cuando sepan que eres tú la capitana. -Susurró-
Nos unimos al grupo y fue cuando Lucas me hizo un gesto para que me acercara a su lado.
-Y esa va a ser María Herrera, la capitana del equipo. -Exclamó en voz alto mientras me señalaba-
Mentiría si dijera que en los ojos de cada chica no veía rabia y envidia, por ello trataba de actuar con la mayor normalidad posible. Pero era imposible. Belén tenía razón, no comenzaba con buen pie.
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Sólo es fútbol
Teen FictionY volvió. El chico del que estuve enamorada durante mucho tiempo y se fue sin decirme nada, ha vuelto. Pero ahora necesito centrarme en el fútbol y no volver a caer en sus redes.