Estuvimos hablando durante un rato fuera del centro comercial hasta que Ángel y Mario dijeron de acompañarnos a casa. Durante el camino Belén no se separaba de Ángel ni un momento, como si yo no existiera.
-Belén, ayudame un momento. -Dije como excusa para poder contarla lo que me dijo mi hermano-
Belén se acercó y ellos se quedaron hablando mientras nos esperaban.
-He hablado con mi hermano y dice que nos llevará a ver el equipo de fútbol del te hablé antes, ¿No es genial? -Dije con una sonrisa-
-Pff... María, no sé si realmente quiero apuntarme... ¿Y si le dejo de gustar a Ángel? Hablamos mañana.
Belén me dejó atrás y corrió al brazo de Ángel y ellos siguieron andando. Me senté en un banco a atar mis deportivas y Mario vino a mi.
-¿Qué pasa? -Dijo Mario acercándose mientras Ángel y Belén andaban-
-Na..nada, Mario. -Dije levantándome del banco-
Mario me impidió andar y me miraba preocupado.
-Dime que te pasa, María.
-Nada, joder, vamos a casa.
Me estaba comenzando a enfadar y estaba a punto de llorar, y lo estaba pagando con el chico del que estaba enamorada. Mario se calló y me pasó el brazo por el cuello. Le abracé y puse mi cabeza en su hombro, estaba a punto de llorar y Mario lo estaba notando.
-Eh, parejita, os estais quedando atrás. -Dijo Ángel riendo y agarrado a Belén-
No le hicimos caso y seguía andando junto a Mario hasta que llegamos al portal de Belén donde prácticamente al lado estaba mi casa.
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Sólo es fútbol
Teen FictionY volvió. El chico del que estuve enamorada durante mucho tiempo y se fue sin decirme nada, ha vuelto. Pero ahora necesito centrarme en el fútbol y no volver a caer en sus redes.