27. Mirada

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Mirada

El orden de tu mirada
te juzga, te marca,
piensas, divagas,
a tu rostro le falta pomada.


Tus neuronas escrutinian
laborando para el ego,
lastimas más sonrisas,
y pone al mando a tu miedo.


El espejo conserje
colabora en lo mundano,
en lo fáctico y sensible,
en la imagen del humano.


El ser de tu humano
aparece dominado,
está débil, ha sido fuerte,
pero lo has abandonado a su suerte.


Si las vistas fueran ciertas,
la noche no sería una oscuridad,
sino una vista completa,
de estrellas y galaxias enteras.


Tus ojos captan color y forma,
mas la persona es olvidada
y desaparece, se empolva la esencia,
naciendo la apariencia que frena.


Tus oídos escuchan prejuicios
y sobran los halagos,
no reciben buenos tratos,
pues no hay silencio en lo falso.


Tus labios gritan secos, sin saliva,
ya no masticas ni un grano de harina,
pues la falsa autoestima te subestima
y en la comida solo ves calorías.


La verdad no es una subjetividad
pues la belleza en sí es eterna,
es el puente de tu esencia
y valora tu existencia.


Es el ser, no la apariencia;
ser eterno, no cambiante,
que tus ojitos solo vean
a tu espíritu y no a tu carne.




«26/08/2024»







100 poemas de un corazón desesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora