20. La vida no es sino crónica

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La vida no es sino crónica


Viajaron millares hacia el capilar vacío,

moribundo y nauseabundo que ha negado su destino,

tomando oxígeno, respirando agua,

tupidizando los retumbos de su sangre ardua,

periodos que han buscado cerca de la muerte

que despidiendo su vida,

abandonaron su pesebre.



El firmamento de la paria amanece derretido,

tutela al río, a la nieve, de desnudarla de su frío,

"sobriedad" llevará su cuerpo adicto al rocío,

y la "consciencia" perseguirá al futuro del niño.



Morirán los viejos inviernos del nevado,

las primaveras del amazonas con bosques soleados,

habrán futuros en un segundo, en muchos años,

donde se hundan los cambios, pierdan significado.



Habrá un camino del sinsentido para el viejo año

y para el pluralismo oxidado vuelto ya un peldaño,

la edad del otoño ya no rinde a otro más,

pero sus rojizas hojas aún la pueden ilustrar.



Florecerán marchitas en plena luz nodal

las hojas entintadas que se conciban en el altar,

pero aquello no era así, pertenecía aquí la crónica

hace mil años atrás, en la Tierra y en mi hogar.



Habrán millones contados para volverse un fin que nació medio,

pero los medios oriundo fines hace milenios que no existieron,

por lo tanto, en las ideas rotas de ese loco invierno

quedarán los vivos y se borrará a los muertos;

en este mundo de crónicas y de historias valientes,

de fuertes que son existentes y marcarán el destino del tiempo emergente.






«12/08/2024»

100 poemas de un corazón desesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora