18. A mi patria corazón

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A mi patria corazón


Mira a esta mano herida,

ilústrame con tu forma de apretar el gatillo galopante,

hoy tuve un sueño,

uno en donde reclamaba tu mirada, el amor,

aunque algo inexistente siempre quedará en penumbras de anhelos susurrados.


Mira la desdicha del pordiosero,

ese al que ayer desviaste tu mirada con una enigmática frialdad,

el perro que ladra y muerde solo a los visitantes me saludó aquel día,

hasta su caricia llegó más lejos que tus largos discursos, prejuicios solemnes,

que a mi patria corazón surcó.


Hasta ese retrato irreconocible de Boddah,

hasta las pocas agraciadas friolentas mañanas de invierno,

consuelan más profundamente ese mágico y ortodoxo mundo que pertenece a la mano ingrata, sucia de débiles, pero prepotentes marcas errantes,

esas que siguen y nunca paran,
esas que caminan sin rumbo en busca del afecto.


Mira esta ausencia de respuesta,

espero que busques una chapa y moneda en mi bolsillo,

advertirás mi escasez de balas y gatillo.


Tal vez solo sabrás eso después que me vaya, pero has mirado.


Aún las manos podrían acariciar aquellas ortigas,

aún mi patria permanece izada en la verticalidad del horizonte final,

aún porque todavía hay sueños que valen la irracionalidad.







«15/11/2022»

100 poemas de un corazón desesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora