Guerra VII

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No se escuchan, pero las trompetas 

resuenan en la distancia,

el jinete ha liberado su corcel.


Cuánta razón tenía Einstein

al decir que no sabe cómo comenzará 

la tercera guerra mundial,

pero la cuarta se librará con palos y piedras...


La guerra se perfuma de exterminio,

y nuestras lágrimas serán perlas de desesperanza,

encontraremos sangre en cada rincón de nuestros ojos,

mientras la hambruna se manifiesta en su cruel presencia.


El dolor por los caídos nos sacudirá una vez más,

como un eco que repite el lamento de la historia.

Nuestros cuerpos, desgastados, no podrán soportar otra contienda,

ellos pondrán fin a nuestras vidas, sin piedad, sin retorno.



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